Bogotá — Este jueves la Junta Directiva del Banco de la República votó a favor de incrementar las tasas de interés al nivel más alto de los últimos 14 años y por primera vez en ese periodo alcanzó los dos dígitos.
En una decisión dividida se impuso una mayoría inclinada por aumentar los tipos de intervención en 100 puntos básicos, mientras que el grupo minoritario votó por 50 puntos base.
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Así las cosas, las tasas de interés de Colombia pasaron del 9% al 10% en busca de atajar la escalada de precios que se presentó desde 2021 y que tiene la inflación por fuera del rango meta en más de 600 puntos básicos.
Hay que tener presente que las decisiones de política monetaria adoptadas por la junta le apuntan a que en un horizonte de mediano plazo la inflación en Colombia converja hacia la meta del 3%.
Durante la reunión se consideró que la inflación total en agosto se situó en 10,8% por encima del 9,9% anual esperado por el equipo técnico. La inflación básica (sin alimentos ni regulados) mantuvo una tendencia creciente superior a la estimada, y alcanzó el 6,9% anual en dicho mes.
Además, se analizó que las expectativas de inflación de mediano plazo aumentaron y se situaron lejos de la meta de 3%. En el caso de los analistas económicos, la encuesta del Banco de la República mostró que entre agosto y septiembre la expectativa de inflación para el final de 2023 pasó de 5,5% a 6,3%, según la mediana de la muestra.
Los directores dijeron que el ritmo de actividad económica se mantuvo dinámico en el segundo trimestre. Sobre esta base el equipo técnico aumentó el pronóstico de crecimiento del PIB para 2022 de 6,9% a 7,8%.
Finalmente, indicaron que para los próximos meses meses hay señales de desaceleración en la actividad productiva. El equipo técnico revisó su pronóstico de crecimiento para 2023 de 1,1% a 0,7%.
Aseguraron los directores que la política monetaria de los países desarrollados se ha tornado más contractiva de lo previsto, lo cual se ha reflejado en un deterioro de las condiciones financieras internacionales y en una significativa depreciación del peso y de otras monedas. Los temores de una recesión global han aumentado induciendo reducciones en el precio de las materias primas.