Las acciones se desploman este jueves en EE.UU., luego de que nuevos datos mostraran una economía en condiciones de tolerar un mayor endurecimiento monetario de la Fed. Las preocupaciones por la economía a nivel global eclipsaron las decisiones del Banco de Inglaterra (BoE) para recuperar la calma en el Reino Unido.
El S&P 500 y el Nasdaq 100 caen luego de que el índice de consumo personal del segundo trimestre para EE.UU. mostrara datos mejores que lo esperado. Ello indica que la Fed deberá seguir con su postura agresiva para aplacar la inflación.
Además, las solicitudes de subsidio por desempleo cayeron a su nivel más bajo desde abril, mostrando un mercado laboral que sigue ajustado.
Los inversores se enfrentan a las amenazas que suponen los movimientos discordantes de los bancos centrales en los últimos días, con los funcionarios de la Fed firmes en un mayor endurecimiento monetario, el BOE desvelando un plan de apoyo a la deuda pública y las autoridades de Asia tratando de apuntalar el debilitamiento de las divisas.
“El banco central está en una posición muy difícil ahora mismo”, dijo Julie Biel, gestora de carteras de Kayne Anderson Rudnick y analista de investigación senior, sobre el BoE en una entrevista con Bloomberg TV. “Todos se han visto un poco arrinconados al ver la volatilidad y la reacción del mercado”.
Los funcionarios de la Fed no han evitado advertir que hay más dolor en el horizonte por las subidas de tasas, y la presidenta de la Fed de Cleveland, Loretta Mester, se hizo eco de la postura de halcón que sus colegas reforzaron esta semana. Los temores a la recesión persistieron mientras se reducía la brecha entre las dos principales medidas de actividad económica de EE.UU. del gobierno durante la primera mitad de 2022. El Comité de Datación del Ciclo Económico de la Oficina Nacional de Investigación Económica utiliza esta métrica y otras variables para hacer cualquier llamada a la recesión.
Por otra parte, la Comisión Europea anunció un octavo paquete de sanciones que incluiría un tope de precios a las exportaciones de petróleo de Rusia, mientras que este país prometió seguir adelante con la anexión de las partes de Ucrania que actualmente controlan sus tropas tras las votaciones condenadas por la ONU, lo que sitúa al Kremlin en un nuevo rumbo de colisión con Estados Unidos y sus aliados.
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