Buenos Aires — El Gobierno argentino continúa vigilando con sumo recelo la salida de dólares del país. Mientras el Banco Central (BCRA) incrementó el ritmo de compra de divisas en el mercado oficial de cambios para intentar cumplir con la meta de reservas pactada con el FMI, la Aduana incrementó los controles para impedir que esos dólares se le escurran por las pocas rendijas que aún quedan del cepo cambiario.
En ese sentido, la oficina que encabeza Guillermo Michel recibió este miércoles una buena noticia. El Tribunal Fiscal de la Nación falló a favor de la postura de la Aduana en un caso de una millonaria maniobra de evasión detectada entre los años 2011 y 2015. Se trataba de mercadería que se exportaba como alimento balanceado para perros cuando en realidad se trataba de envíos de harina, producto para el que hubiera aplicado un arancel mayor.
La jurisprudencia que establece este fallo aplicaría a otras 38 demandas de empresas exportadoras del rubro que ascienden a un total aproximado de US$28,5 millones en concepto de tributos y 198 millones de pesos en multas.
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas-AFIP, informó la oficina que lidera Michel a través de un comunicado, tomaron muestras de mercadería que estaba siendo exportada como alimento balanceado para perros y concluyeron que estaba compuesta en un 90% de harina de soja y un 10% de maíz molido y carbonatos agregados.
Mediante la mencionada maniobra las empresas estaban tributando un 5% en concepto de derechos de exportación, en vez del 35% que aplica a la harina. Así, las diferentes empresas gozaban de un tratamiento arancelario menor y de intervenciones previas menos rigurosas que aquellas a las que, en rigor, debían estar sujetas.
El leading case a partir del cual la Aduana había detectado estas irregularidades fue el de la empresa Finning Argentina S.A. Luego descubrió que este tipo de maniobras se habían extendido a otras empresas del rubro.
Ante las medidas de la Aduana, la mayoría de las empresas del rubro apelaron ante el Tribunal Fiscal de la Nación, que recientemente emitió su primer precedente en el caso “Alimentos y Forrajes S.A. c/DGA s/Apelación”.
“El Protocolo de Análisis es claro en cuanto a que las muestras extraídas consisten en estructuras vegetales en un 100%, con una proporción de harina de soja desgrasada superior al 96% y de maíz molido del 4% donde no se detectan carbonatos y se identifica positivamente la existencia de cloruro de sodio. Esto último no varía la proporción de las estructuras vegetales en la composición del 100% descripta”, argumentó el tribunal en el mencionado fallo.