Mexarrend avanza pese a baja en calificación e incertidumbre por crisis de sofomes

La financiera, que recientemente vio una baja en su calificación crediticia, avanzó en la obtención de un financiamiento de MXN$600 millones con Banco Azteca

Por

Ciudad de México — Los bancos están tomando distancia de las financieras no bancarias tras el incumplimiento de empresas como Unifin o Crédito Real. En medio de la nebulosa, Mexarrend, dedicada a ofrecer soluciones de crédito a empresas pequeñas y medianas, logró un acuerdo a días de un importante vencimiento pese a una baja en su calificación crediticia.

Luego de semanas de incertidumbre, la empresa comercialmente conocida como Tangelo recibió la aprobación de una línea de crédito por MXN$600 millones (aproximadamente US$30 millones), con Banco Azteca.

La prueba de fuego será el 11 de octubre, cuando deberá pagar US$30 millones a sus tenedores de un bono internacional.

“El vencimiento de octubre está cubierto, independientemente de esta transacción o no”, dijo Alejandro Monzó, co-director ejecutivo de la empresa, en entrevista a Bloomberg Línea. “Es parte normal del modelo del negocio”.

“Siempre hemos sido muy transparentes con el negocio y con el mercado, lo que prometemos lo entregamos”.

Al ser cuestionado sobre el ambiente que vive el sector, calificó como desafortunado lo que ha sucedido con otras empresas, con las que dijo tiene pocas similitudes.

La expectativa de lograr este financiamiento puso en la mira a Mexarrend desde hace unos meses entre analistas y calificadoras de riesgo, debido a la nebulosa que enfrentan algunas financieras no bancarias para acceder a recursos luego de los incumplimientos en los que han caído empresas del ramo Crédito Real y Unifin.

“El apetito por el riesgo de los bancos para continuar otorgando préstamos a las financieras no bancarias seguirá siendo restrictivo y enfrentará estándares de suscripción conservadores con márgenes más altos y/o garantías más altas, especialmente para las empresas financieras y de leasing más pequeñas”, escribieron analistas de Fitch Ratings en una nota del 20 de septiembre.

El anuncio de la aprobación del acuerdo de financiamiento de Mexarrend con Banco Azteca se dio una semana después de que las calificadoras S&P Global Ratings y HR Ratings revisaron a la baja las calificaciones de la compañía, anteriormente conocida como Docuformas, colocándolas en observación Negativa, debido a la demora en el cierre del financiamiento.

S&P Global Ratings bajó un escalafón sus calificaciones crediticias de emisor y de emisión de largo plazo de Mexarrend a ‘CCC+’ desde ‘B-’. HR Ratings revisó a la baja las calificaciones de HR A a HR BBB+.

“La baja de las calificaciones refleja el perfil de liquidez más débil de Mexarrend ante el creciente riesgo de refinanciamiento, en nuestra opinión las IFNB mexicanas enfrentarán un panorama económico más sombrío en los próximos 12 meses”, señaló S&P en una nota del 8 de septiembre.

La calificadora agregó que consideraba que Mexarrend también podría tener dificultades para acceder a financiamiento en el mercado de capitales local.

La obtención del financiamiento de Banco Azteca, el brazo financiero de Grupo Salinas, podría activar un cambio para mejorar la opinión de las calificadoras, de acuerdo con analistas de Apalache.

“Esta noticia podría implicar en el corto plazo un cambio en la perspectiva u observación de las agencias calificadoras”, escribieron Jorge Plácido y Carlos Alcaraz de Apalache en una nota.

Monzó dijo que la importancia de este financiamiento se debe a que demuestra que a pesar de la incertidumbre creada, se cerró el acuerdo de acuerdo a su plan.

El directivo agregó que todas sus líneas de fondeo de la empresa siguen operando de manera normal. Las líneas que tienen comprometidas para el crecimiento de la empresa MXN$6.000 millones de pesos (cerca de US$300 millones).

La prestamista tiene vencimientos de deuda de mercado de alrededor de US$127 millones durante los próximos 12 meses, de acuerdo con S&P.

Lo que nos toca es seguir haciendo las cosas bien”, agregó el economista, quien señaló como una distinción sus prácticas de gobierno corporativo.

Los próximos pasos de la empresa serán concretar la fusión con la fintech colombiana Zinobe. La operación anunciada a principios del año ya obtuvo las aprobaciones regulatorias necesarias y de acuerdo con Monzó solo faltan algunos detalles de papeleo.

Ya formalmente como Tangelo, la empresa tiene en la mira ampliar su presencia en segmentos como el transporte de carga, en específico el hombre camión, y su incursión al segmento de salud en los pequeños centros médicos.

El financiamiento a empresas pequeñas y medianas, un segmento poco atendido en México, está llamando la atención de fondos internacionales. Uno de ellos ya se ha acercado a Tangelo para analizar opciones, señaló Monzó.