Bloomberg — El alivio de sanciones de Estados Unidos a Venezuela se enfrenta ahora al más reciente informe de la Misión internacional independiente de determinación de los hechos de las Naciones Unidas, relativo a los crímenes de lesa humanidad cometidos por las autoridades de ese país, que alejan de nuevo esa probabilidad.
De acuerdo a un documento de BancTrust, la acusación de crímenes de lesa humanidad contemplados en el reporte, “es una amenaza a la estabilidad del régimen”. Se trata de la “primera vez que un informe de un organismo multilateral culpa explícitamente a Maduro y a otras autoridades de crímenes de lesa humanidad”. El fiscal de la Corte Penal Internacional, Karim Khan, podría presionar para que se rechace la solicitud de aplazamiento presentada por Venezuela y, así, poder reanudar la investigación.
La renuencia de EE.UU. a moderar su acercamiento a Nicolás Maduro y un mayor apoyo internacional del presidente colombiano, Gustavo Petro, y el brasileño Lula Da Silva, en caso de que sea elegido, “podría dar lugar a una postura más autoritaria a nivel nacional”, se lee en el informe.
La radicalización del Gobierno de Maduro que llevaría a elecciones arregladas en 2024 pone en riesgo las posibilidades de una reestructuración seria de la deuda en 2025.
Según la firma de encuestas Delphos, el apoyo a Maduro alcanza un 26,6%, “pero hay fuerzas desestabilizadoras”.
La primera de ellas la comprenden la Corte Penal Internacional y los militares, que son la amenaza más importante para el Gobierno de Maduro si estos últimos deciden retirar su apoyo a cambio de beneficios de salida e indulgencia judicial.
Otra fuerza desestabilizadora es la batalla de los pragmáticos contra los ideólogos, ya que los cambios actuales en las políticas económicas generaron descontento dentro de las bases del régimen, que ven las reformas como una traición.
También podría ser un factor la oposición interna a Maduro, ya que el movimiento político liderado por el exministro de Petróleo y expresidente de PDVSA Rafael Ramírez podría tener el potencial de dividir a los chavistas.
Finalmente, está el descontento económico, debido a que este segmento de la población tiene el potencial de constituir una amenaza para el régimen en tanto se sienta motivado a participar políticamente.
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