Ciudad de México — Banco de México hará lo esperado por el mercado: subirá la tasa de interés en 75 puntos base en la próxima reunión monetaria para llevar el referencial a 9,25%. Lo tiene que hacer ante una inflación en México que no da tregua y porque la Reserva Federal aumentó nuevamente el referencial en esa magnitud, dicen analistas.
Pero la Junta de Gobierno está llamada a hacer más que la Fed, al avanzar con consistencia en terreno restrictivo para tumbar la inflación, mantener el diferencial de tasas entre Banxico y el banco estadounidense para ahuyentar un escenario de salida de capitales, incluso, no descartar un alza de 100 puntos base.
El banco central estadounidense incrementó la tasa de interés en 75 puntos base para llevar el referencial al rango de 3% a 3,25%, un nivel que no se veía desde la crisis financiera de 2008. El movimiento se trató del tercero consecutivo en esa magnitud.
En línea con la Fed, el consenso espera casi por unanimidad que Banxico replique la dosis monetaria y suba al menos en 75 puntos al referencial para llevarlo a un nivel de 9,25%, que sería el más alto desde enero de 2008, cuando el banco central adoptó el régimen actual de tener un objetivo para la tasa de fondeo interbancario de 24 horas.
De concretarse la tasa de 9,25%, Banxico mantendría un diferencial de 600 puntos base con la tasa de la Fed que es de 3,25%, que está por encima del promedio histórico, el cual ha abonado a la estabilidad del peso mexicano frente al dólar en medio de un entorno de incertidumbre.
No obstante, algunos miembros de la Junta de Gobierno en la Minuta, incluso la misma gobernadora de Banxico, Victoria Rodríguez, en conferencia de prensa, han declarado que el instituto central no está obligado a seguir los pasos uno a uno de la Fed, precisamente por el diferencial que se tiene por la anticipación de Banxico en el ciclo alcista.
Banxico sube en 75 o 100 puntos, ¿qué dicen los analistas?
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, dijo que no seguir a la Fed para mantener la competitividad de tasas internas sería incurrir en un riesgo innecesario que podría resultarle más costoso a Banxico.
Dijo que las condiciones monetarias no han afectado la inflación, sino que la han acomodado puesto que no son restrictivas, por lo que desacelerar el ritmo de apretamiento monetario podría ser tomado como un segundo error de política monetaria, después del primero que tuvo que ver con la percepción equivocada de transitoriedad inflacionaria.
“El país no está para experimentos de política monetaria. Por lo que lo menos que Banxico debe hacer es subir la tasa en 75 puntos base para mantener el diferencial”
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics
Coutiño afirmó que, si Banxico quiere cumplir su mandato constitucional anti-inflacionario, entonces debe manejar la política monetaria con consistencia y efectividad. “Las condiciones monetarias deben entrar en terreno restrictivo y mantenerse allí por el tiempo necesario hasta que la inflación subyacente de señales claras de descenso”.
En la primera quincena de septiembre de 2022 la inflación general se ubicó en 8,76% anual, ligeramente por arriba de lo esperado por el mercado. La inflación subyacente, que es la que observa Banxico para su toma de decisiones, avanzó a 8,27% anual, un nivel mayor al previsto por el mercado.
Janet Quiroz, subdirectora de Análisis Económico en Monex Grupo Financiero, dijo que, ante las condiciones actuales, los movimientos de Banxico deberán ser tándem con lo que haga la Fed en las decisiones monetarias que restan en el año para mantener el diferencial de 600 puntos base, debido a que los factores que están impulsando la inflación no ceden.
Apuntó que hay razones importantes para pensar en que Banxico mantendrá el diferencial con la Fed, ya que el hecho de que el banco que dirige Jerome Powell restrinja la política monetaria implica mayor incertidumbre entre los inversionistas y aumenta el temor de que eso pudiera propiciar una recesión y desbalance en economías emergentes endeudadas en dólares.
“De no tener esta sobretasa y ante este ambiente de alta incertidumbre y aversión al riesgo, los inversionistas no estarían dispuestos a asumir el riesgo de invertir y lo que veríamos sería una mayor salida de capitales, lo que depreciaría al peso mexicano y a su vez presionaría los precios de bienes importados”
Jannet Quiroz, subdirectora de Análisis Económico en Monex Grupo Financiero
Marco Oviedo, economista independiente y execonomista en jefe para América Latina en Barclay’s, aseguró que la subida de 75 puntos base está dada y menos que esa magnitud no podrá aplicar Banxico, sobre todo con el más reciente dato de inflación a la primera quincena de septiembre que mostró una tendencia alcista.
De hecho -sostiene- Banxico tiene que hacer más que la Fed de Powell, tiene que ir por un alza de 100 puntos base para dar credibilidad a las proyecciones de inflación y dejar de lado los temores porque hay elementos domésticos que indican que va a haber más inflación.
“Si realmente quieren dar un manotazo en la mesa, incluso apoyar esta hipótesis de que no necesariamente se debe seguir a la Fed, pues entonces tendrían que subir un poco más y llegar más rápido a aquella tasa que realmente asegure que la inflación va a bajar de acuerdo con los pronósticos que el banco trae”
Marco Oviedo, economista independiente y ex economista en jefe para América Latina en Barclay’s
Subir en 100 puntos base la tasa de interés podría llevar al peso mexicano a MXN$19 por dólar, lo que ayudaría a ser deflacionario en el precio de las importaciones. “Si quieres llevar al extremo el argumento de que la inflación es importada, pues entonces aprecia el peso y sube más la tasa”.