Buenos Aires — El dato puede generar desconcierto. Durante agosto, la Argentina importó soja desde Uruguay por unos US$28 millones, un 2.700% más que lo registrado en el mismo mes del año anterior, en el que las compras de este producto al país vecino no alcanzaron el millón de dólares.
Tan determinante fue este incremento, reconoció el gobierno uruguayo a través del último informe de comercio exterior de ese país, que hizo que la Argentina subiera al tercer puesto del ranking de destinos de exportación en agosto. Las compras totales de la Argentina, detalló el trabajo, se multiplicaron 137% y alcanzaron US$77 millones. La soja ocupó el 37% de ese total.
Pero más que por estas cifras, lo que puede resultar confuso es que este incremento de las exportaciones de soja uruguaya a la Argentina se diera mientras el gobierno argentino denunciaba que el agro local estaba reteniendo la liquidación de unos US$15.000 millones de la cosecha, especulando con un salto devaluatorio.
Este panorama de fuerte incremento de importación de soja uruguaya, sumado a la inminente puesta en marcha de un programa de incentivos para el sector -que se materializó en septiembre con el dólar soja de $200 y ya logró alcanzar el target de liquidación de US$5.000 millones en el mes- podía hacer suponer que escondía maniobras especulativas o de triangulación.
Pero desde el sector lo desestiman. En cambio, arrojan una explicación mucho más sencilla: la sequía en Paraguay, que le provocó pérdidas por cerca de un 50% de su cosecha.
La importación de soja desde Uruguay, en realidad, comenzó a hacerse notoria en junio, luego de que el mercado argentino se abriera para la soja de ese país para suplir el ingreso de soja paraguaya, país que suele abastecer las plantas de molienda locales. Y según muestran los datos oficiales disponibles en Uruguay XXI, se aceleró desde julio, mes en el que la soja explicó el 26% de los US$71 millones vendidos a la Argentina. Es decir, unos US$18,4 millones.
Soja argentina for export
Consultado respecto a si podía haber algún tipo de triangulación que buscara aprovechar el incentivo de dólar soja de $200, el presidente de la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC), Gustavo Idígoras, explicó que “no puede haber soja de otro país que pueda recibir trato de esa naturaleza”.
Es que según argumentó, la soja argentina solo sale con carga de porte que emiten aquellos que tienen alta de operadores argentinos con número de CUIT y un número de RENSPA que da el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) y un número de RUCA, que lo da la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario.
Por qué importa soja la Argentina
Según explica Emilce Terre, jefa Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario, en un año la Argentina puede importar unas 5 millones de toneladas de soja. A partir de este dato es que relativiza el incremento de volumen de soja uruguaya, que pasó de niveles de 100.000 a 700.000 toneladas.
“No representa un volumen significativo respecto de lo que normalmente maneja la Argentina”, dice.
Lo que pasó este año, agrega, es que nuestro principal proveedor de soja, que es Paraguay, sufrió una sequía muy grave y perdió la mitad de su producción de soja. Ante ese panorama fue que la Argentina salió a buscar nuevos mercados para poder suplir ese faltante. “Entre ellos está el caso de Uruguay, pero también aumentó la producción desde Brasil. Con lo cual sí podríamos decir que una característica distintiva de esta campaña es la sustitución de origen”, marca.
Consultada respecto a por qué el país importa soja, la jefa Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Rosario señala tres motivos. En primer lugar, indica que en el hemisferio sur, la cosecha se hace de norte a sur: “Paraguay, Brasil y Uruguay empiezan a cosechar antes que la Argentina, y por eso normalmente en los meses de febrero y marzo suele importarse mercadería porque el país todavía no ha empezado su cosecha”.
Por otra parte, Terre indica que muchas veces es necesaria la importación de soja del norte por el contenido proteico. “La soja paraguaya tiene mayor contenido proteico, entonces para producir harina de alta proteína muchas veces es necesario mezclar parte de la producción local con la que viene de Paraguay”, explica.
Por último, apunta que la Argentina tiene capacidad para procesar unas 79 millones de toneladas por año, pero estima que para este año el país va a producir entre 42 y 43 millones de toneladas. “Incluso si toda la soja argentina se procesase hay capacidad ociosa para procesar más”, aseguró.
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