Bogotá — Luego del discurso que pronunció durante la Asamblea General de la ONU el presidente colombiano, Gustavo Petro, las empresas de la industria del cannabis coincidieron en que se necesita dar un giro en la política antidrogas y buscan impulsar en bloque la legalización “integral, responsable e incluyente” de la marihuana de uso adulto o recreativo en Colombia, según lo indicaron en una carta.
Consultado por Bloomberg Línea, el cofundador y director de Asuntos Regulatorios y Corporativos de la multinacional de cannabinoides Clever Leaves, Julián Wilches, dijo que luego del discurso de Petro “hay una buena coincidencia entre el Ejecutivo, el Legislativo, la sociedad civil y las empresas”.
“Yo creo que la sociedad también está lista para ese paso, como lo están en otros países en donde se está dando el debate. Tenemos mayores chances en el Congreso por la forma en la que se recompuso (tras las elecciones legislativas) y por eso es importante que el Gobierno diga: ‘Estos son los asuntos que voy a apoyar y los vamos a organizar de esta manera en estos proyectos de ley’”, apuntó.
En este momento están en trámite por lo menos cuatro proyectos de ley que apuntan a regular el uso adulto del cannabis, pero desde la industria ven importante definir una mesa de coordinación de agenda legislativa entre los diferentes actores detrás de este tema para que estas iniciativas no se “canibalicen” entre ellas, sino que exista un consenso y se vaya en un mismo norte.
“Ese es el llamado, eso es lo que proponemos en esa carta de Asocolcanna, diciendo: ‘Respaldamos esa conformación de esa mesa de agenda legislativa y cuanto antes’, porque el proyecto de acto legislativo 02, que es el que presentó (Carlos) Losada con otros representantes, se va a debatir en dos o tres semanas”, argumentó Julián Wilches.
En opinión del ejecutivo, los proyectos de los representantes a la Cámara Carlos Ardila y Juan Carlos Losada, cuya iniciativa ya pasó a primer debate, podrían integrarse en el de este último.
En tanto que consideró que el de Gustavo Bolívar, presidente de la Comisión Tercera del Senado, sería conveniente porque “entra ya en la reglamentación de cómo sería ese cannabis de uso adulto”.
“Hay que tener mucho cuidado con que los proyectos de ley no afecten eso que ya hemos andado en los últimos seis años en lo medicinal”, apuntó.
Al llamado de las empresas se sumaron 25 congresistas de 10 partidos diferentes, y varias organizaciones de la sociedad civil, que firmaron otra carta en la que le piden al Gobierno que “se sume al proyecto de acto legislativo que materializará el cambio de política de drogas”, informó el representante a la Cámara por Bogotá, Juan Carlos Losada.
“En Colombia tenemos una combinación de factores que nos hacen pensar que esto es posible (regular el uso adulto)”, dijo en entrevista con Bloomberg Línea el presidente de la junta directiva de la Asociación Colombiana de Industrias de Cannabis (Asocolcanna), Camilo de Guzmán.
Entre estos factores destacó que ya existe un marco regulatorio desde hace seis años que legalizó el cannabis con fines científicos y medicinales, y que se actualizó el año pasado para incluir los usos industriales.
Asimismo, se refiró a una institucionalidad “que ya tiene experiencia en cómo se lleva la trazabilidad de las operaciones de la industria”, al mismo tiempo que en el plano internacional hay mayor consenso sobre avanzar en estos temas, citando los casos de EE.UU. y Alemania.
“Y después de las experiencias exitosas que han tenido países como Uruguay y Canadá, y los debates que también están en curso en países como México y muchos otros en la Unión Europea, el ambiente internacional es mucho más receptivo hoy a este cambio de la política pública a lo que era hace algunos años”, señaló.
De Guzmán destaca que con el aval al uso adulto seguramente las rentas del mercado ilegal van a pasar al sector formal, con lo que se corta esa cadena para promover la generación del pago de impuestos y más empleos, al mismo tiempo que se deja de poner leña al conflicto armado y el crimen organizado.
Y, en segundo lugar, los consumidores “van a tener acceso a productos transparentes, es decir, van a saber qué contienen, de dónde provienen los ingredientes”, con lo que se garantizarían ciertos estándares de seguridad al comprobarse que no tienen, por ejemplo, contaminaciones por pesticidas, metales pesados, etc.
Giro en la política antidrogas
En su discurso ante la Asamblea General de la ONU, el presidente hizo énfasis en que la lucha antidrogas ha fracasado y demandó a las potencias mundiales no envenenar las selvas de Latinoamérica para acabar la expansión de la hoja de coca.
“Para destruir la planta de coca arrojan venenos, glifosato en masa que corre por las aguas, detienen a sus cultivadores y los encarcelan. Por destruir o poseer la hoja de la coca mueren un millón de latinoamericanos asesinados y encarcelan a dos millones de afros en la América del norte”, dijo el mandatario en Nueva York.
A propósito de esto Camilo de Guzmán señaló que ese cambio de viraje en la política contra las drogas debe velar por salvaguardar la salud individual y colectiva de los colombianos, lo que pasa por la adopción de esos estándares de seguridad y de calidad muy claros sobre los productos en caso de que se avale el uso adulto.
En segunda instancia, considera clave que esta política sea consistente con los derechos humanos y las libertades civiles para que las personas puedan tomar decisiones conscientes e informadas sobre su vida. Esto debería estar acompañado, dijo, de una política de prevención y educación.
“Una política antidrogas para ser exitosa se debe medir en que haya prevención para que las personas que no están preparadas para hacerlo no consuman, en el caso de los menores de edad. En segundo lugar, tiene que tener un componente de consumo responsable y de rehabilitación para las personas que pueden tener un consumo problemático con estas sustancias”, añadió.
Además, indicó que esta nueva política tendría que estructurarse a partir de la evidencia científica, respetando la diversidad medioambiental del país y que a la vez incluya a una amplia base de actores de la industria en la producción de la cadena de valor, para “convertir algo negativo en una historia de desarrollo económico de innovación y competitividad”.