La renegociación de la deuda con China alivia al Ecuador, pero le suma retos

Con los nuevos acuerdos, el país suaviza su esquema de pagos; sin embargo, debe ajustar su manejo económico para que lo alcanzado tenga efecto en el largo plazo

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QUITO — La renegociación de la deuda con China se concretó y Ecuador logró mejorar las condiciones del 78% de los compromisos que mantiene con ese país, es decir, de US$ 3.227 millones de los us$ 4.128 adeudados. ¿Pero cuáles son los reales beneficios de esta negociación?

A decir del Ministerio de Economía, son cuatro:

-Suavizar el perfil de reembolso, mediante una extensión de tres años del vencimiento de todos los instrumentos pendientes.

-Reducir los tipos de interés aplicables.

-Suspender todas las amortizaciones de las líneas comerciales de China Eximbank durante un periodo de 6 meses (periodo de gracia).

-Suavizar el perfil de las exportaciones de petróleo a CNPC en virtud de los contratos respaldados por petróleo.

Sobre el primer beneficio, el Gobierno ha explicado que el alivio será de US$ 1.424 millones en el servicio de la deuda hasta el 2025 debido a la extensión en el plazo que se logró.

Así, las amortizaciones al China Development Bank se reducirán en más de US$745 millones durante los próximos tres años (2022-2024) y las amortizaciones al China Eximbank se reducirán en unos US$680 millones durante los próximos cuatro años (2022-2025).

Los vencimientos fruto de estos acuerdos se extienden hasta el 2027 en el caso del China Development Bank y 2032 en el caso del Eximbank, “permitiendo que el alivio en flujo de caja apoye obras prioritarias del gobierno”, señaló el ministerio.

Resumen de los acuerdos con China Development Bank

DetalleAhorro de amortización,
en millones US$ (2022-2024)
Reducción del tipo de interés
Préstamo A ( US$ tramo)3350,95%
Préstamo A ( RMB tramo)1050,97%
Préstamo B ( US$ tramo)2300,30%
Préstamo B ( RMB tramo)750,30%
Ahorro total745

Resumen de los acuerdos con China Eximbank

DetalleAhorro de amortización,
en millones US$ (2022-2025)
Reducción del tipo de interés
Préstamo C4500,55%
Préstamo D113Sin cambios
Préstamo E530,20%
Préstamo F630,20%
Ahorro total679

UNA BUENA NOTICIA

A decir del analista económico Alberto Acosta Burneo, lo alcanzado “es una muy buena noticia porque libera el flujo de caja del fisco”, pues en el 2023 el Ecuador ya tenía que hacer “una amortización importante de esa deuda” y no tenía los recursos para ello.

“Entonces, al lograr posponer esos pagos y diferirlos hasta más allá de 2025 lo que está haciendo es garantizando la sostenibilidad de esa deuda y suavizando el esquema de pagos del Gobierno”, explicó el especialista a Bloomberg Línea.

El Ecuador necesitaba esta reestructuración, pues el endeudamiento durante la década de gobierno de Rafael Correa (2007-2017), y también en el inicio del gobierno de Lenín Moreno, fue “desordenado y agresivo”, por lo que era urgente cambiar las condiciones “que iban a ser muy difíciles de cumplir”.

ALIVIO FINANCIERO

Sobre el primer beneficio, aclara que el alivio de los US$ 1.400 millones se debe al diferimiento de pagos de capital. “El ahorro viene en el sentido de que no hay que pagar hoy o el próximo año, cuando no hay plata, sino que se lo puede pagar escalonadamente, distribuido en el futuro”.

Es decir, aunque no es una condonación porque se terminará pagando, “distribuido en el tiempo se vuelve un ahorro de capital que se deja de pagar en el corto plazo”.

MENOR COSTO

Sobre el segundo beneficio, aunque la reducción de tasas parecería poco significativa, al ser montos tan elevados, sí resulta una cantidad importante. Sin embargo, aquello podría ser contraproducente con el tiempo, pues al extender el plazo de la deuda se terminará pagando más intereses. Entonces, “si bien la tasa ha bajado, el plazo aumentó y eso tiene un efecto en el aumento del pago de intereses”.

“En el tema de intereses no se puede anticipar si es positivo o negativo, pero lo que sí es claro es que el ahorro será de capital”, anota Acosta.

MÁS CRUDO LIBRE

Respecto a las preventas petroleras, Petroecuador anunció la semana pasada que se suscribieron tres contratos con Petrochina cuyos beneficios son los siguientes:

-La liberación de 27 cargamentos para 2022 y 2023, que serán colocados en el mercado SPOT (precio de mercado diario), “mejorando así el nivel de ingresos por cada venta”.

-Ingresos aproximados de US$709 millones, valor calculado a las condiciones actuales.

-Entrega de 80 cargamentos a precio SPOT bajo los nuevos contratos que entraron en vigencia el 9 de septiembre de 2022, “lo que permitirá generar US$2.400 millones, acorde a los cálculos de precio actuales, a un plazo de pago de 15 días posteriores a la fecha de descarga de los buques”.

Petrochina es subsidiaria de la petrolera estatal china CNPC y con ella existen dos contratos de preventas petroleras, por los que Ecuador tiene aún pendientes por entregar 84,1 millones de barriles de crudo.

¿SE ABRE LA PUERTA?

Para Acosta, la renegociación de la deuda tiene un significado mayor, pues representa “un relanzamiento de la relación con China” con miras, incluso, a acceder a un nuevo financiamiento del país asiático, pues las necesidades económicas del país para el próximo año son complejas.

En diciembre próximo finaliza el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y, como explica Acosta, el plan para 2023 era que Ecuador se financie en el mercado internacional, algo que ya no podrá ser, al menos no en condiciones favorables, considerando que al momento el riesgo país bordea los 1.400 puntos.

“En la práctica, los 1.400 puntos significan que el mercado de capitales no nos quiere prestar dinero”, apunta el experto.

El riesgo país creció a partir de las movilizaciones de junio y ni el Gobierno ni el FMI contaban con ese escenario, por lo que “al final del día no hay opción en el mercado de capitales para el Ecuador y van a tener que sustituir con otras fuentes de financiamiento y una puede ser China”.

¡A HACER LAS TAREAS!

Pero aparte del financiamiento, ¿qué puede hacer el Gobierno para mejorar la proyección económica nacional? Lo principal, como reflexiona Acosta, es “seguirse comprometiendo con poner en orden las cuentas fiscales y buscar hacer crecer la economía desde el lado de la inversión privada”.

“Salidas fáciles no existen, pero una salida que tiene que aplicar el Gobierno es priorizar el gasto, no pensar que va a haber nuevo gasto incremental sino que tiene que dejar de gastar en cosas que no son prioritarias para aumentar el gasto prioritario, como salud, educación y seguridad”, añade.

Caso contrario, tendrá que hacer recortes mucho más grandes por la falta de financiamiento lo que, además, contribuiría a la inestabilidad política.