Bloomberg — El presidente ruso, Vladimir Putin, anunció este miércoles una “movilización parcial”, lo que implica la llamada al frente de 300.000 reservistas para la invasión de Ucrania. La decisión representa una importante escalada en el conflicto, que él describió como una lucha a muerte contra EE.UU. y sus aliados.
Putin también volvió a realizar amenazas relacionadas al uso de armamento nuclear, mientras Rusia se mueve para anexar territorio ocupado. “Cuando la integridad territorial de nuestro país se ve amenazada, ciertamente usaremos todos los medios a nuestra disposición para proteger a Rusia y su gente”, dijo en un discurso televisado. “Esto no es un farol”, agregó.
“Aquellos que están intentando chantajearnos con armas nucleares deberían saber que los patrones del viento pueden empezar a soplar en su dirección”, dijo Putin, que aseguró que EE.UU. y sus aliados están buscando “destruir” Rusia.
Los anuncios llegan luego de que una contraofensiva por parte de Kiev cambiara el rumbo del conflicto, infligiendo a Moscú sus peores derrotas desde los primeros meses del conflicto. El Kremlin se había resistido a anunciar una movilización con el objetivo de limitar el impacto de la invasión sobre la población. Pero los hechos recientes han puesto de manifiesto la escasez de tropas rusas.
El precedente de la Segunda Guerra Mundial
No está claro si la movilización -la primera del país desde la invasión nazi en la Segunda Guerra Mundial, según los historiadores- será suficiente para frenar los avances de Ucrania en el campo de batalla. Kiev cuenta ahora con más tropas armadas con armas avanzadas suministradas por Estados Unidos y sus aliados. Dentro de Rusia, la medida desató la alarma, al tiempo que los ciudadanos, que habían estado en gran medida aislados de las realidades de la guerra se apresuraron a averiguar si ellos o sus seres queridos podrían ser enviados al frente.
El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, dijo a la televisión estatal que los reservistas no serían llamados a filas de una sola vez en virtud de la movilización parcial de Putin. La orden se aplica sólo a los que tienen experiencia militar y no afectaría a los estudiantes u otros que no hayan servido previamente en el ejército, dijo.
“Se trata de otra medida mala y equivocada”, dijo a la prensa en Berlín el vicecanciller alemán Robert Habeck, que también es ministro de Economía. “Para mí y para el gobierno federal está en todo caso claro que seguiremos apoyando plenamente a Ucrania en este difícil momento”.
Las tropas adicionales serían más que las aproximadamente 180.000 que, según estimaciones de EE.UU., Rusia había concentrado en las fronteras de Ucrania antes de la invasión del 24 de febrero. Ucrania, que declaró la movilización al principio de la guerra, tiene ahora unos 700.000 efectivos en el terreno con meses de entrenamiento y ha dicho que pretende crear un ejército de un millón de efectivos.
Putin lanzó sus amenazas un día después de que las autoridades de ocupación instaladas por Rusia en las regiones del este y el sur de Ucrania que aún controlan las fuerzas del Kremlin anunciaran apresuradamente planes para celebrar “referendos” a partir del viernes sobre la anexión. Esto incorporaría la aproximadamente quinta parte del territorio ucraniano que Rusia controla detrás de sus fronteras.
Ucrania y sus aliados denunciaron las votaciones previstas como una farsa y prometieron seguir luchando para recuperar esas tierras, que abarcan partes de las regiones de Donetsk, Luhansk, Kherson y Zaporizhzhia.
Una vez que se produzca la anexión, Rusia también podrá reforzar sus fuerzas que luchan en Ucrania con reclutas que están haciendo su servicio militar, que actualmente no pueden ser enviados al frente porque está fuera de las fronteras rusas, dijo Igor Korotchenko, director del Centro de Análisis del Comercio Mundial de Armas con sede en Moscú.
Aun así, el aumento de la cantidad militares rusos que participan en la campaña no es suficiente por sí mismo para invertir el impulso, dijo Korotchenko. “La cuestión no es la cantidad (de soldados) sino la capacidad de suministrarles armas y equipo”.
La convocatoria generalizada corre el riesgo de inflamar el descontento de la población. Un grupo de la oposición convocó protestas nacionales el miércoles, lo que provocó advertencias de una dura respuesta de la policía. Los foros de aficionados a los clubes de fútbol se inundaron de mensajes de preocupación, mientras que los datos de Google mostraron un aumento de las consultas sobre cómo abandonar Rusia. En el marco de una movilización masiva, se prohíbe a cualquier potencial recluta abandonar su lugar de residencia, y aún no estaba claro si se aplicarán las mismas restricciones.
Preguntado repetidamente por los periodistas locales sobre los detalles de la movilización en una conferencia telefónica regular el miércoles, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, declinó responder, remitiendo a los medios de comunicación al discurso de Putin y al texto del decreto. Pero admitió que ese documento tiene un artículo secreto y se negó a decir si a los potenciales reclutas se les prohibiría salir del país.
“La decisión de Putin terminará en pánico y descontento general”, dijo el historiador y político opositor ruso Andrei Zubov. “Estoy seguro de que mucha gente cambiará muy rápidamente su actitud hacia él y hacia la guerra a una actitud marcadamente negativa”.
Amenazas nucleares
Los blogueros militares rusos y las influyentes figuras pro-Kremlin han estado instando a Putin a ampliar masivamente la escala de la ofensiva de lucha en Ucrania, que el Kremlin sigue llamando “operación militar especial”. De lo contrario, Rusia se arriesga a sufrir más reveses frente a una fuerza ucraniana mucho mayor que está recibiendo miles de millones de dólares de armamento occidental avanzado, han advertido.
Pero la mayor parte de la opinión pública rusa ha estado en gran medida aislada de las realidades de la invasión desde que comenzó en febrero y el Kremlin había tratado durante meses de minimizar el impacto. Incluso una movilización parcial amenaza con cambiar eso. El decreto de Putin no establece un límite en el número de tropas que podrían ser llamadas a filas en caso de necesidad, dejando que el Ministerio de Defensa decida al respecto.
El miércoles, el Parlamento tiene previsto dar su aprobación final a los cambios legales propuestos apresuradamente que endurecerían las sanciones penales por eludir la llamada a filas, así como por la deserción y la rendición. Las fuerzas rusas han sufrido una baja moral que ha empeorado desde los recientes reveses.
La semana pasada, Putin prometió seguir atacando a Ucrania a pesar de las graves pérdidas, diciendo que no tiene “prisa” y que está dispuesto a intensificar los ataques contra la infraestructura ucraniana.
Los funcionarios rusos ya han insinuado el posible uso de armas nucleares en el conflicto. Dispararlas realmente supondría el riesgo de un conflicto directo con Estados Unidos y otras potencias con armas nucleares, algo que ambas partes han tratado de evitar.
El presidente de EE.UU., Joe Biden, dijo el fin de semana que cualquier uso de armas químicas o nucleares tácticas por parte de Rusia provocaría una respuesta “consecuente”. “Se convertirán en un paria en el mundo más de lo que nunca han sido”, dijo a 60 Minutes. “Y dependiendo del alcance de lo que hagan determinará la respuesta que se produciría”.
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