Bogotá — Aunque el Gobierno tiene urgencia de que le aprueben la reforma tributaria, los tiempos que se estimaron desde un principio no se han seguido al pie de la letra y ha habido demoras para arrancar el debate en el Congreso.
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Pese a dicho contexto, fuentes del equipo económico del Gobierno indicaron que se espera que la reforma tributaria quede aprobada el próximo mes, en octubre. Sin embargo, expertos en estos trámites del Congreso le dijeron a Bloomberg Línea que la tributaria podría quedar aprobada hacia inicios de noviembre.
De acuerdo con las fuentes de Gobierno, una vez aprobado el Presupuesto General de la Nación (PGN) para 2023 que sucedería esta semana, se espera que en las próximas dos semanas quede listo el texto que llegará al primer debate de la tributaria en el Congreso.
Luego de que la tributaria pase su primer debate en las comisiones económicas del Congreso, que por tener mensaje de urgencia tiene prioridad en la agenda legislativa, el proyecto deberá ser aprobado en la plenaria de Cámara y de Senado y como posiblemente se aprueben textos distintos en ambos recintos y deba haber conciliación, ello podría atrasar un poco el trámite, razón por la que se estima que su aprobación quedaría lista a principios de noviembre.
A lo anterior hay que agregar que como el Gobierno tiene que cumplir los tiempos que le da la Ley para aprobar el Presupuesto General de la Nación 2023 antes del 20 de octubre, se han limitado los tiempos que tiene para intentar llegar a acuerdos en la construcción de la primera ponencia para debatir la tributaria. Es por esto, que luego del 20 de octubre, el Gobierno tendría total concentración para intentar sacar adelante su reforma tributaria, lo antes posible.
Desde el Ministerio de Hacienda están tranquilos y consideran que con los ajustes que han ido logrando con los ponentes y coordinadores de la reforma, esta será aprobada en los tiempos estimados. Aunque el Gobierno se mantiene en recaudar $25 billones con su reforma, expertos y fuentes del Ejecutivo creen que esa cifra no se cumpliría y el monto podría ser inferior, rondando incluso los $15 billones.
Entre los ajustes que ha aceptado el Gobierno públicamente está ajustar las tarifas propuestas para el impuesto a dividendos y ganancias ocasionales. Los dividendos ya no tendrían tarifas marginales del impuesto de renta que pueden llegar hasta 39%, sino que tendrían una tasa máxima de 20%. Actualmente los dividendos pagan una tasa de 10%.
“El impuesto será progresivo, un pequeño accionista no paga impuesto adicional, pero un gran accionista paga hasta una tarifa de 20%”, aseguró días atrás el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo.
Respecto a las ganancias ocasionales, que hoy tienen una tarifa de 10% para herencias y donaciones y 20% para rifas y loterías, estas tendrían una tarifa única de 15%, pero las loterías y rifas pagarían 35%.
