Bogotá — La economía colombiana ya comenzó a enfriarse tras haber registrado crecimientos muy importantes durante el 2021 y la primera mitad del 2022. En 2023 el panorama podría ser aún más complejo y como suele pasar, el mercado se anticipa.
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Es usual escucha a los analistas del mercado explicar que las bolsas de valores suelen ser un termómetro de lo que va a suceder en la economía durante los siguientes 6 a 12 meses. No obstante, los fuertes crecimientos del PIB en 2021 (10,7%) y primer semestre del 2022 (8,6%) no tuvieron nada que ver con el escenario que se vivió en el mercado de acciones colombiano.
Es por ello que la tesis que habla de cómo los mercados se anticipan a lo que sucede se desliga un poco de lo que sucede en Colombia, pues la falta de liquidez y los escasos emisores del mercado de renta variable tienen sumida a la bolsa colombiana en una constante caída de la que ya se acumulan varios años.
De 2018 a 2019 fue la última vez que el Colcap se valorizó. En diciembre de 2018 valía 1.325,93 puntos y un año más tarde llegó a ser de 1.662,42 unidades, creció un 25%. Desde entonces, año tras año su desempeño es peor, sus volúmenes de negociación más bajos y cada vez hay menos emisores para invertir.
Al cierre de la rueda del 20 de septiembre el Colcap había perdido 15,3% en lo corrido del año, y la caída de los últimos 3 años es del 28%, a pesar de los buenos momentos de la economía durante 2021 y parte de 2022.
Camilo Pérez, director de Estudios Económicos del Banco de Bogotá asegura que “el mercado siempre se anticipa” y aclara que “en el caso de Colombia lo del petróleo no ayuda”.
Para el economista del banco, parte del Grupo Aval, “la desaceleración es evidente, y ahora el reto es identificar qué tanto se está desacelerando y hasta dónde puede llegar a ser”.
Por su parte Daniel Velandia, director de Investigaciones Económicas de Credicorp Capital asegura que “la bolsa es un buen indicador del crecimiento futuro de la economía, pero en particular se ha encontrado una buena relación entre su comportamiento y la inversión en la economía varios trimestres adelante”.
En ese sentido, explica el economista que “se está esperando una desaceleración hacia adelante básicamente por los temores de una recesión global y por la misma dinámica interna de la economía, pero hay que tener en cuenta y reconocer que el mercado ha perdido liquidez de una manera importante, en especial después de la pérdida del grado de inversión el año pasado”.
No obstante, para Velandia no se puede desligar el mal momento de las acciones en Colombia del resto de variables como la incertidumbre política producto del cambio de Gobierno en el país.
“Hay que considerar que la propuesta de transición energética tiene un impacto importante del principal actor del mercado colombiano que es Ecopetrol. Ahí de entrada hay un impacto en el mercado. El otro actor importante son los bancos y estos tienen una afectación por el ciclo económico ante la expectativa de desaceleración y, por otro lado, la reforma tributaria les deja la sobretasa de renta de manera permanente, así que hasta que no haya más claridad al respecto es probable que el mercado siga con un comportamiento relativamente desfavorable”, aseguró el ejecutivo de Credicorp Capital.
Pero, además, Velandia asegura que temas de la reforma tributaria propuesta por Petro le genera miedos a los inversionistas del mercado de capitales. “Está por verse el texto final más allá de los cambios sugeridos por el ministro, lo cierto es que temas como el aumento en los impuestos a los dividendos y la propuesta original de gravar la ganancia de capital en la venta de acciones tiene el potencial de generar un impacto al mercado, incluso, el mismo impuesto al patrimonio para personas naturales generaría afectaciones de corto plazo”.
Al revisar el comportamiento de las acciones en BVC durante el 2022 se observa que apenas 8 especies se valorizan y de ellas solo 2 tienen relevancia dentro del mercado accionario: Nutresa y Grupo Sura, es decir, las dos acciones con alzas están relacionadas con las ofertas públicas de adquisición que lanzó la familia Gilinski por las acciones del Grupo Empresarial Antioqueño.
La acción que más cae en lo corrido del año es de un banco: Bogotá, pero otras, ligadas a conglomerados financieros, como Croficolombiana, Grupo Bolívar, Grupo Aval, entre otras, también están en los primeros lugares. Ecopetrol está en la parte media de la tabla con una caída de alrededor del 15% en lo que va del año.
Sergio Olarte, director de Investigaciones Económica del Scotiabank Colpatria no cree necesariamente que la bolsa colombiana sea el reflejo de lo que venga para la economía nacional.
“Creo que el problema de la bolsa es más de profundidad y de líos por las pocas especies que se negocian y el poco interés que despierta entre los inversionistas extranjeros por esas mismas debilidades. Por eso no creo que sea necesariamente un reflejo de lo que viene hacia adelante, sin embargo, si vemos una desaceleración de la economía, pero en este caso la correlación con las acciones no es del todo correcta”, dice Olarte.