Bloomberg — Como parte de un histórico acuerdo para nacionalizar el gigante del gas y evitar el colapso del sector energético del país, el gobierno alemán está planeando inyectar unos $8.000 millones de euros (US$8.000 millones) en Uniper SE.
Este martes, Uniper confirmó que está en las últimas conversaciones con el gobierno sobre un paquete que incluiría una ampliación de capital de $8.000 millones de euros, suscrita íntegramente por el gobierno. Berlín también comprará las acciones de su principal accionista, la finlandesa Fortum Oyj.
La empresa Uniper, el mayor comprador alemán de gas ruso, está en el epicentro de la crisis desatada por las medidas de Moscú de cortar los flujos energéticos en represalia por las sanciones que le han impuesto relacionadas con la guerra. El gobierno estaba presionado para actuar, ya que la quiebra de la empresa podría repercutir en la mayor economía de Europa, y también amenazar el suministro de combustible.
Las acciones de Uniper subieron un 3%. Las acciones de Fortum subieron un 9,5% antes de que la bolsa interrumpiera su cotización.
El nuevo acuerdo sustituirá al plan de rescate de julio, por el que el gobierno se haría con una participación del 30% en Uniper.
El aumento de los precios del gas y la restricción de los suministros a Europa por parte de Rusia ya han provocado una serie de rescates y préstamos. Pero estas medidas se ven cada vez más reducidas por la magnitud de la crisis, y se corre el riesgo de que los proveedores de energía sistémicos se hundan sin un apoyo gubernamental más sólido.
Con el principal oleoducto ruso hacia Alemania cortado, Uniper está teniendo que buscar suministros alternativos en el mercado al contado para atender a sus clientes, entre los que se encuentran fabricantes y empresas locales de servicios públicos. El aumento de los precios está haciendo que la empresa acumule pérdidas de hasta 100 millones de euros al día.
El Gobierno alemán también está en conversaciones para adquirir al menos otras dos empresas, en lo que podría convertirse en un golpe coordinado.
Desde el punto de vista político, la medida será muy delicada para Scholz y sus dos socios de coalición, los Verdes y los liberales Demócratas Libres.
Ante la reacción de la opinión pública, el Ministro de Economía alemán, Robert Habeck, antiguo colíder de los Verdes, podría tener que retrasar o abandonar el plan de introducir una tasa sobre el gas para los consumidores, diseñada para ayudar a compensar los costes de la crisis.
Se esperaba que la tasa generara unos $34.000 millones de euros y que la mayor parte de los ingresos fueran a parar a Uniper. El abandono de las medidas podría plantear dudas sobre la financiación del rescate.
Por su parte, el Ministro de Finanzas, Christian Lindner, podría verse obligado a renunciar a un plan muy popular entre su partido, el FDP, para volver a los límites de deuda de la Constitución el año que viene, ya que el Gobierno intenta contener el desbordamiento de los costes energéticos.
En Finlandia, el gobierno también se ha visto sometido a una fuerte presión por parte de los partidos de la oposición por su gestión del rescate. Ahora se enfrenta a dos mociones de censura presentadas el martes, en las que los legisladores reprochan al gabinete el fracaso de las negociaciones con Alemania y el despilfarro del dinero de los contribuyentes.
Por otro lado, Fortum ha confirmado que las negociaciones están en su fase final y que los elementos que se están discutiendo incluyen la venta de las acciones de Fortum en Uniper al Estado alemán, la devolución de la financiación que Fortum concedió a Uniper, así como una inyección de capital prevista por el Estado alemán a Uniper.
-Con la asistencia de Arne Delfs, Kati Pohjanpalo y Michael Nienaber.
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