Ciudad de México — La política de gasto del Gobierno mexicano para atender desastres naturales presenta escenarios divergentes: mientras que el presupuesto para atender sismos, huracanes, inundaciones e incendios forestales sufrió un recorte para este año, para el 2023 se proyecta elevar los recursos a su mayor monto desde el 2020.
Por su ubicación geográfica, características climáticas, orográficas e hidrológicas, así como por su actividad volcánica y sísmica, México es propenso al impacto de una gran variedad de fenómenos naturales con potencial para provocar desastres.
Aun con ese diagnóstico del país, el presidente Andrés Manuel López Obrador ordenó en 2020 la desaparición de fideicomisos como parte de su agenda de austeridad, entre ellos el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que era la principal partida de gasto etiquetada para atender los desastres naturales.
La Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria establece que cada año se deben etiquetar en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) recursos para atender las afectaciones derivadas de la ocurrencia de desastres naturales y apoyar a las entidades federativas y dependencias del Gobierno.
El PEF señala una serie de gastos obligatorios y dentro de estos se encuentra un capítulo de Previsiones para el Fondo para la Prevención de Desastres, el Fondo de Desastres y el Fondo para Atender a la Población Rural Afectada por Contingencias Climatológicas.
Después de la extinción de fideicomisos en 2020, el gasto asignado a ese capítulo del PEF se ha ajustado a la baja, pero en 2023 el Gobierno presentó en el PPEF una apuesta para elevar la bolsa de recursos para atender desastres naturales.
¿Cuál es el presupuesto para desastres naturales?
Para 2022 se aprobaron MXN$9.262 millones en el capítulo de previsiones para atender daños ocasionados por fenómenos naturales, no obstante, el presupuesto sufrió una modificación a la baja durante el segundo trimestre del año para quedar en MXN$5.132 millones, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Lo anterior significa que el gasto etiquetado específicamente para atención de desastres naturales sufrió un recorte este año de alrededor de 40% en términos reales.
El gasto se modificó a la baja a pesar de que en los estados del sur del país ya se padeció el efecto destructivo de un ciclón, se trata del huracán Agatha que pegó en la costa del Pacífico a finales de mayo.
El recorte del presupuesto también se da en el contexto de que todavía no concluye la temporada de ciclones en México.
Para 2023 el Gobierno de AMLO promete más recursos para atender desastres naturales a pesar de que viene de aplicar un ajuste en el gasto para 2022.
En el PPEF 2023 se estima destinar MXN$17.374 millones a desastres naturales, que es el doble de lo aprobado tanto en 2021 como en 2022. La mayor parte de esos recursos se deposita en el Fonden.
