Santiago — La tensión no ha parado de crecer entre Chile e Israel desde que el presidente Gabriel Boric decidió no recibir las cartas credenciales del embajador israelí Gil Artzyeli, el jueves, y negar la entrada al Palacio de La Moneda.
El desaire, que intentó ser remediado por la Cancillería de Chile al recibir a Artzyeli, no pasó desapercibido en Israel, que convocó al embajador chileno en el Estado judío, Jorge Carvajal, para sostener este domingo una conversación de amonestación con el fin de dejar “claro la reacción” del país.
La nación hebrea dijo, a través de un mensaje de Twitter, que “considera sumamente grave el comportamiento desconcertante y sin precedentes de Chile”, un hecho que “afecta seriamente las relaciones entre los países”.
La Moneda no había dado una versión sobre el motivo por el que Boric suspendió la cita con el embajador Artzyeli y sí recibió a representantes diplomáticos de otros países hasta este sábado. “La decisión de postergar la presentación de las Cartas Credenciales debe ser entendida en el marco de la sensibilidad política que generó la muerte de un adolescente palestino de 17 años, en el norte de Cisjordania, durante una operación del Ejército de Israel, ocurrida el mismo día de esa presentación”, dijo Cancillería en un comunicado de prensa.
Asimismo, el Ejecutivo chileno dijo que ha reagendado la presentación de las cartas credenciales del embajador designado de Israel para el 30 de septiembre. “El Gobierno de Chile, junto con expresar que se trató de una medida de carácter excepcional, reitera su permanente disposición a mantener una relación fraterna y constructiva con el Estado de Israel y su pueblo, basada en el respeto, el dialogo y la cooperación”, agregó.
La polémica se está extendiendo más allá de estos dos países. El senador estadounidense Marco Rubio dijo ayer que la negativa de Boric de reunirse y aceptar las credenciales del embajador Artzyeli es “un insulto diplomático vergonzoso y sin precedentes” en contra del aliado de Washington “más importante en el Medio Oriente”.
¿Qué está en juego con este impasse?
Las relaciones bilaterales se extienden desde febrero de 1949, cuando Chile reconoce al Estado de Israel. De ahí en adelante se suscribieron acuerdos, convenios y programas entre ambas naciones.
Desde 1950 han pasado una veintena de embajadores israelíes por Chile. El país fue visitado por el primer ministro Golda Meir y el Premio Nóbel de la Paz Shimón Peres, pero también en 2010 Sebastián Piñera se convirtió en el primer presidente de Chile en realizar una visita oficial a Israel.
En junio de 2019, en su segundo mandato, Piñera volvió a Jerusalén, donde firmó un acuerdo de servicios aéreos entre ambos gobiernos, y diferentes memorándums de entendimiento en materia de energía; cooperación científica, recursos hídricos y gestión de aguas residuales, ciberseguridad, seguridad nacional. Asimismo, en esa oportunidad se firmaron cartas de intenciones sobre cooperación en los campos de salud y medicina y también agricultura entre estos países.
Estas naciones, según información de Cancillería, también tienen un acuerdo sobre cooperación en investigación, desarrollo e innovación tecnológica, el cual fue suscrito en noviembre de 2016; otro en asistencia administrativa mutua en materias aduaneras, suscrito en 2014; y uno de uso “pacífico” de la energía nuclear (1965).
Chile exporta a Israel principalmente salmón, pasta química de madera, semillas de sandía, arándanos, nueces, cartulinas y productos a base de cereales obtenidos por inflado o tostado. En tanto, el Estado chileno importa desde el país hebreo plástico, artículos de limpieza, partes para aparatos mecánicos de proyectar dispersar o pulverizar materias líquidas o en polvo, instrumentos y aparatos de medicina, cirugía o veterinaria, y otros artículos de tecnología.
(Nota actualizada el sábado 17 de septiembre, a las 12:45 pm de Chile, con comunicado emitido por el Gobierno chileno respecto a impasse con Israel).