Bloomberg Línea — Mucho se ha hablado en los últimos días en Colombia sobre el aumento gradual que aplicará el gobierno de Gustavo Petro al precio de la gasolina, con el fin de cerrar el déficit que existe en el Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC).
Recientemente, el ministro de Hacienda, José Antonio Ocampo, señaló que esta acción comenzará el otro mes (octubre) con “pequeños aumentos”.
Sin embargo, el anuncio no ha sido del todo bien recibido, pues aunque el déficit en el fondo que subsidia los precios de los combustibles es una realidad, la alta inflación por la que atraviesa el país, que llegó a 10,84% interanual hasta agosto, es un factor clave.
“El año entrante, cuando comiencen a bajar otros rubros de inflación, podríamos hacer el ajuste un poco más rápido. El ajuste es brutal porque desafortunadamente el déficit es enorme”, precisó Ocampo.
¿Se puede cubrir el déficit sin subir los precios de la gasolina?
Según la información pública disponible, si el galón de gasolina no se subsidia en Colombia, este podría pasar de COP$9.200 a COP$15.000 o COP$16.000 en promedio, pues datos del Ministerio de Hacienda señalaron algunos meses que “el galón de gasolina estaría unos COP$6.000 por encima de su precio actual si el FEPC no existiera”.
Ante los anuncios, la Universidad del Rosario entregó a la opinión pública una fórmula para que parte del déficit que tiene el fondo se pueda cubrir sin la necesidad de llevar el costo de la gasolina a los niveles señalados.
“Una posibilidad es utilizar los fondos que hay en la Sociedad de Activos Especiales (SAE), los cuales ascienden actualmente a COP$22 billones en excedentes, recursos que el Gobierno los podría manejar vía Conpes, con los cuales cubriría los COP$12 billones de déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles para el próximo año”, explicó el profesor Henry Amorocho, profesor de Hacienda Pública y Presupuesto de la Facultad de Jurisprudencia de la Universidad del Rosario.
El académico apuntó que estos recursos de la SAE en la actualidad están “quietos” y un 50% o 60% del total podrían usarse para cubrir el déficit del fondo, que según el MinHacienda llegaría a unos COP$60 billones en 2023.
Al tiempo, Amorocho señaló que esta acción se puede acompañar con la evaluación del gasto público eficiente y la focalización de subsidios que llegan a personas que no corresponden exactamente a población de bajos ingresos.
“Si se hace un control y seguimiento de esos recursos, se pueden conseguir fondos que se materializarían en una buena parte para negociar un porcentaje del déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles y para política social, antes de que se agote y no se produzca de golpe un aumento en el precio de la gasolina, que perjudicaría a todos los colombianos con un incremento de la inflación”, explicó.
Los aumentos planteados por el gobierno, por ahora, son solo para los precios de la gasolina, pues el propio presidente Petro ha señalado que no se aumentará el precio del ACPM, para que no se aumenten los costos del transporte de carga y de pasajeros en el país.