Buenos Aires — A finales de este mes el INDEC dará a conocer los datos del primer semestre del 2022 sobre la incidencia de la pobreza y de la indigencia. Según la consultora privada Equilibra, los números estarían en torno al 35% para las personas afectadas por la pobreza y el 8% por la indigencia. Esto implica una “mejora significativa” frente al mismo período de 2021 pero acotada en relación a la segunda mitad del 2021.
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Según la consultora, la incidencia de la pobreza es similar a la segunda parte de la década del 90. El informe marca que en el último lustro existió un fuerte deterioro del ingreso laboral real que produjo que, a igual tasa de empleo respecto a 2011, “la pobreza sea mucho mayor”.
En este contexto, la consultora fundada por Diego Bossio (ex titular del Anses y ex diputado del Bloque Justicialista) y dirigida por Martín Rapetti, la perspectiva de reducción de la pobreza y la indigencia para el segundo semestre de este año “no es auspiciosa”, debido a que los ingresos laborales reales “caerían producto de la aceleración inflacionaria”.
El informe marca que la elevada tasa de pobreza observada de la actualidad está vinculada a un empeoramiento de las condiciones de empleo y no a un problema de desocupación. Y esto se explica por tres factores: la subocupación demandante, la informalidad/cuentapropismo y el retroceso del salario real en un contexto de fuerte aceleración inflacionaria.
Por otra parte, el estudio marca que la respuesta de política económica al “fenómeno de precarización” del empleo consiste en el incremento de las prestaciones sociales que perciben los hogares de menores ingresos. Sin esas prestaciones, se calcula que la tasa de pobreza hubiese sido en promedio 2% más alta a la observada en los últimos tres años.
A modo de conclusión, Equilibra agrega que en el acuerdo alcanzado entre el Gobierno y el FMI se plantean dudas sobre si las prestaciones (sobre todos los refuerzos adicionales) podrán mantenerse en el futuro. En ese sentido, la consultora sostiene que la salida óptima al dilema de la elevada pobreza y asistencia social “es la creación de empleo de calidad para poder reducir simultáneamente ambas”.