Santo Domingo — La crisis social, economía y política que vive Haití desborda la capacidad individual de República Dominicana para hacerle frente y constituye una amenaza de toda la región.
Así lo aseguró el presidente Luis Abinader durante su alocución en la reunión protocolar del Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA).
El mandatario puntualizó que para República Dominicana la crisis en el vecino país es una cuestión de seguridad nacional.
“Es imposible negar el peligro que representa que un Estado no tenga el control y monopolio de la fuerza sobre su territorio. Nos enfrentamos a la posibilidad real de que bandas criminales que operan en Haití intenten transgredir la integridad territorial y traten de alterar el orden y seguridad ciudadana en nuestro país”, dijo.
Destacó que desde hace tiempo el tránsito de mercancía y personas desde República Dominicana hacía Haití ha sido “extremadamente” riesgoso, por lo que se inició la construcción de una verja perimetral en los puntos más críticos de la frontera. Además, indicó que se han tomado medidas para prohibir la entrada de individuos asociados los grupos y de quienes atentan deliberamente con la estabilidad de República Dominicana.
A nivel multilateral, abogó por mandatos robusto de la comunidad internacional que permitan a las autoridades haitianas tener la asistencia y cooperación para que se supere la violencia de manera urgente y fortalecer las capacidades de su Estado, lo que no ha sido posible.
“Es por ello que hacemos un llamado urgente a que esta organización (OEA) y su secretario general, para que jueguen un papel relevante en alcanzar los objetivos establecidos en la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas 26-45 del 15 de julio de este año. En ella, se reconoce y legitimidad y el papel crucial que desempeñan los países vecinos, las organizaciones regionales y subregionales, incluyendo esta organización”, agregó Abinader.
Resaltó que algunas de las formas en la que la OEA puede ayudar a Haití es a través de la colaboración para fortalecer puertos y aeropuertos; asistiendo en la creación mecanismo para el control de armas y municiones que llegan a manos criminales; coordinando la capacitación de las fuerzas públicas, y tan pronto sea posible, colaborando con las autoridades en la celebración de elecciones presidenciales democráticas.
Agradeció a los trabajos que realizan Brasil y México en Haití y llamó a aunar esfuerzos para lograr que el país recupere la tranquilidad.
Reiteró la más duradera y robusta respuesta a la crisis haitiana debe venir de los haitianos, lo que cada vez ve más lejos.