Bogotá — Después de 7 años en los que la frontera tuvo cierres intermitentes y más de dos años de paralización de la conexión aérea, las relaciones entre Colombia y Venezuela inician una nueva etapa bajo el Gobierno del presidente Gustavo Petro con retos que van desde garantizar la seguridad en el paso entre ambos países, generar confianza en el empresariado y definir un plan que permita reactivar el hoy debilitado flujo comercial.
El ministro de Comercio, Industria y Turismo colombiano, Germán Umaña, dijo que el plan para la reapertura de la frontera con Venezuela ya está en marcha y que se espera que el mismo 26 de septiembre se dé luz verde al transporte terrestre en el paso entre Norte de Santander y Táchira, lo que tendrá “efectos muy importantes sobre el crecimiento y la posibilidad del comercio binacional”.
Luego de superar los retos logísticos que provocó demoras en la anunciada reapertura, el ministro Germán Umaña manifestó que para el día 26 de septiembre también “habrá la autorización para el primer vuelo hacia Venezuela” desde Colombia, lo que significará un alivio para los casi 1,8 millones de ciudadanos venezolanos que viven actualmente en este país y que estaban obligados en muchos casos a transitar trochas inseguras para poder pasar por la frontera.
“Eso tiene consecuencias muy importantes no solo sobre el comercio, sino fundamentalmente en la mejora de los indicadores sociales entre Norte de Santander y Táchira, que durante siete años han tenido cierres intermitentes en su frontera”, indicó el ministro.
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A propósito de este punto, la representante Legal de la Cámara de Comercio de Cúcuta, Blanca Kelin Contreras, manifestó a Bloomberg Línea que “a pesar de que se cumplieron 7 años del cierre de la frontera, es evidente que en los últimos meses se ha venido presentando una recuperación en materia de intercambio comercial con Venezuela, particularmente en exportaciones”.
Entre enero y junio de este año, el comercio binacional alcanzó los US$318 millones, cifra similar a la reportada durante todo el 2021.
“Hemos identificado que sectores como calzado y confección están generando relaciones fuertes con empresarios del Táchira, logrando además una dinámica que impacta positivamente otros sectores como servicios y turismo”. Las cifras son alentadoras y el avance responsable de la normalización del intercambio comercial entre los dos países permitirá que más sectores como la agricultura, los productos agroindustriales, las partes y piezas, los productos eléctricos y los productos farmacéuticos, entre otros, empiecen a ver mejores resultados”, comentó.
Y sobre la preparación de la región de cara al 26 de septiembre señaló que los representantes de los diferentes sectores económicos “han participado en las mesas de alistamiento para la apertura fronteriza poniendo en consideración lo que pudiera necesitarse para recibir de manera segura y organizada el flujo de relacionamiento económico esperado con la apertura total de la frontera”.
Una relación de largo plazo
El plan de Colombia apunta a que esta reapertura de la frontera desencadene “un proceso de complementación industrial, productiva y de servicios entre los ciudadanos binacionales”, lo que derivaría, según Umaña, en una mejora en la lucha contra flagelos históricos en la zona como la pobreza o la informalidad.
Señaló en este sentido que la estrategia es “profundamente institucional” y apunta también a “hacer permanente una relación” que proyecta en el largo plazo, según lo manifestó en la entrevista tras su viaje a Caracas, en donde mantuvo una reunión el presidente de ese país, Nicolás Maduro, así como con otras autoridades de la economía y del turismo.
“Ya se está en el camino de abrir los principales consulados para proteger a nuestros ciudadanos en Venezuela y a los ciudadanos venezolanos en Colombia”, agregó el ministro de Comercio, Industria y Turismo colombiano. Y asimismo destacó que en los temas de seguridad cada vez hay mayores conversaciones entre las autoridades de ambos países.
Las deudas de los empresarios venezolanos
Frente a los desafíos que representa la reapertura y los compromisos financieros que aún no se han saldado, el ministro colombiano respondió que en el pasado hubo deudas de los empresarios venezolanos con sus pares colombianos por el hecho de que había control de cambio en Venezuela, pero que estas se sanearon en su mayoría.
“Entonces solo quedó un remanente, en ese remanente pues estaba de manera muy importante la deuda que había con Avianca, pero esa deuda pues ya la solucionaron y de hecho usted ve que vuelve ese aerolínea a volar a Venezuela”, apuntó.
Según Umaña, el remanente de esta deuda con los empresarios colombianos “no es más de US$100 a US$150 millones. Eso hay que ponerlo en su exacta magnitud, tendrá que solucionarse entre las empresas que compraron y vendieron y nosotros acompañaremos a los empresarios en ese diálogo”.
“Claro, hubo muchas empresas que desaparecieron en Venezuela y eso es una preocupación, pero tendrán el acompañamiento del Gobierno para poder solucionar”, dijo Umaña, y complementó que también hay compromisos que hay que entrar a revisar de compañías que realizaron adquisiciones, pero las exportaciones nunca llegaron a realizarse.
“En eso lógicamente están las investigaciones pertinentes en los dos países, pero realmente el tema de la deuda es importante para nosotros acompañar a los empresarios en esa materia. No eran de la magnitud que hubo en determinado momento porque la mayoría de los casos se solucionaron”, insistió.
Las expectativas comerciales
Los esfuerzos del Gobierno colombiano se concentran en poder concretar la reapertura en la fecha pactada para desde ya empezar a imprimir dinamismo en las relaciones comerciales entre ambos mercados.
Germán Umaña dice que sin la reapertura fronteriza el comercio binacional se ubicaría al finalizar el año en los US$700 millones, una cifra muy lejana a los US$7.800 millones alcanzados en el 2008 durante el Gobierno de Álvaro Uribe (2002-2010).
En cambio, con la reapertura las expectativas son positivas pues desde el Ministerio de Comercio consideran que la cifra del comercio binacional podría ubicarse al finalizar el año en los US$1.000 o US$1.200 millones.
De hecho, y en línea con las previsiones del Gobierno de Venezuela, Germán Umaña sí ve posible que al ritmo de recuperación de esa economía el comercio entre ambos países pueda alcanzar los US$2.000 millones en 2023 y que al final del cuatrienio se logre la meta de entre US$4.000 y US$4.500 millones, lo que en todo caso dependerá de muchos factores.
