Bloomberg — Estados Unidos anunció una nuevo paquete de sanciones contra la inteligencia militar y la industria de defensa de Rusia, así como contra personas acusadas de robar cosechas ucranianas, en un nuevo impulso para restringir la capacidad del presidente Vladimir Putin para continuar su guerra en Ucrania.
El Departamento de Estado sancionó a 31 entidades de defensa, tecnología y electrónica, mientras que el Departamento del Tesoro impuso restricciones a 22 funcionarios, entre ellos personas que han “supervisado la incautación o el robo de cientos de miles de toneladas de grano ucraniano”, dijo el secretario de Estado, Antony Blinken, en un comunicado
“Los designados hoy (desde los autores de la violencia hasta un funcionario que facilitó la expulsión intencionada de niños de Ucrania) ofrecen ejemplos del comportamiento que se ha convertido en sinónimo de la guerra no provocada del gobierno de Rusia”, dijo Blinken.
Las sanciones del jueves también incluyeron controles de exportación del Departamento de Comercio sobre artículos que Bielorrusia y Rusia podrían utilizar para armas biológicas o químicas, dijo Blinken. EE.UU. también impuso nuevas sanciones a la Dirección Principal de Inteligencia de Rusia, a la que señaló como implicada en deportaciones forzadas y en la separación de niños ucranianos de sus padres.
Las autoridades ucranianas han acusado repetidamente a Rusia de robar grano ucraniano. En julio, los datos sugirieron que la península de Crimea, ocupada por Rusia, estaba enviando más de 50 veces el volumen que solía hacer en esa época del año, lo que sugiere que el grano incautado se estaba enviando al extranjero.
Las medidas del jueves constituyeron una de las acciones sancionadoras de mayor alcance que Estados Unidos y sus aliados han anunciado en los últimos meses. Aunque es probable que se haya gestado durante meses, coincide con una amplia contraofensiva ucraniana que ha visto a sus fuerzas retomar el territorio previamente confiscado por Rusia.
Públicamente, los funcionarios rusos han dicho que el impacto económico de las sanciones ha sido menor de lo que se temía, con una contracción posiblemente inferior al 3% este año e incluso menor en 2023. Pero las evaluaciones privadas sugieren que Rusia puede enfrentarse a una recesión más larga y profunda de lo que los altos funcionarios están dejando entrever, y los aliados occidentales dicen que las sanciones son una forma importante de debilitar las ambiciones de Rusia en Ucrania.
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