Bloomberg Línea — Los recientes casos denunciados de cobros excesivos en los pedidos y las propinas que se han presentado a ciudadanos extranjeros, llevaron a la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) a entregar nuevos lineamientos sobre las propinas en establecimientos de alimentos, bebidas u otros servicios que sugieran su pago.
De acuerdo con la SIC, “se actualizaron las instrucciones sobre cómo se debe informar a los consumidores acerca de los precios y la voluntariedad de la propina, así como del derecho de no pagarla o de modificar su cuantía si es sugerida”.
El proceso se hizo a través de la Circular Externa No. 007, en la cual la entidad también señala la obligación que tienen los propietarios de este tipo de establecimientos de informar correctamente y a través de un listado fijo y visible, a través de cartas o herramientas tecnológicas, los precios de cada uno de los productos que ofrece al público.
Cambios en las propinas
La primera mención que hace la SIC es que las propinas en Colombia son voluntarias y son “un reconocimiento del consumidor a las personas que hacen parte de la cadena por el buen servicio y producto recibido, por lo que depende plenamente del consumidor su pago o no”.
Además, destaca que el establecimiento que brinda el servicio puede sugerir un monto estimado de la propina, siempre y cuando este no supere el 10% del valor total de la cuenta, y se debe consultar al consumidor si desea pagar este monto sugerido o una cuantía diferente.
“El consumidor puede decidir no pagar la propina o modificar su cuantía en cualquier momento, incluso después de que se haya emitido la factura de venta, si no se le preguntó antes de emitirla”, dice la autoridad de protección al consumidor, destacando que el mensaje de que la propina es voluntaria o no es de obligatorio pago, debe estar incluido en lugares visibles o en las cartas para los consumidores.
Los cambios específicos en la propina entrarán en vigencia a partir del 5 de noviembre de 2022.
¿Y qué pasa con la información de los precios?
Entre los cambios más llamativos que se hicieron dentro de la circular, está la manera en que los establecimientos de alimentos, bebidas y otros servicios presentan los precios a los consumidores.
La circular precisa que “los establecimientos deben abstenerse de utilizar textos, imágenes, o cualquier tipo de elemento que induzca en error al consumidor sobre el precio del producto”. Esto hace referencia a:
- Anuncios en decenas o centenas con aclaraciones del tipo “precios en miles de pesos colombianos” o “20K”.
- Utilizar expresiones indeterminadas como “según el tamaño” o “según el peso”.
- El uso de palabras que no correspondan al idioma castellano.
- Anunciar rangos de precios sin un precio correspondiente a cada producto.
- Usar símbolos o convenciones sin definir su significado.
“Para la visualización de los precios, los establecimientos no pueden exigirles requisitos adicionales a los consumidores, como, por ejemplo, registrarse en páginas web, proporcionar datos personales o conceder permisos de acceso a aplicaciones”, se destacó en un comunicado.
Por último, la autoridad señaló que las disposiciones nuevas alrededor de la información de precios están vigentes desde el pasado 5 de septiembre de 2022.