Opciones de Putin se reducen ante avances de Ucrania en el campo de batalla

La conmoción en el Kremlin por los repentinos y sorprendentes reveses en el campo de batalla está dando paso cada vez más a una sombría resignación y a la determinación de seguir intensificando la lucha

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Bloomberg — El presidente ruso, Vladimir Putin, humillado por los avances relámpago de las fuerzas de Ucrania en el campo de batalla, enfrenta cada vez menos opciones en su intento de cambiar el rumbo de la difícil guerra que inició hace casi siete meses.

Los comentarios críticos en Rusia sobre el repentino repliegue en la región nororiental de Járkov durante la última semana se han extendido desde los blogueros nacionalistas hasta las principales figuras políticas. Sin embargo, sus fuerzas siguen manteniendo posiciones clave en la región ucraniana del Dombás y librando una feroz batalla contra sus tropas cerca de Jersón, en el sur. Hay indicios de que el Kremlin también podría estar volviendo a desplegar fuerzas para proteger Crimea, que Rusia se anexionó como principal premio de su campaña de 2014, en caso de que Ucrania sea capaz de romper sus líneas.

En el Kremlin, la conmoción por los repentinos y sorprendentes reveses en el campo de batalla está dando paso cada vez más a una sombría resignación y a la determinación de seguir intensificando la lucha, aumentando los ataques contra la infraestructura de Ucrania en lo más profundo de las líneas, según personas familiarizadas con la situación que hablaron bajo condición de anonimato para discutir asuntos confidenciales.

Públicamente, Rusia niega haber apuntado a objetivos civiles, lo que supondría una violación del derecho internacional.

Pero después de que los ataques a las centrales eléctricas dejaran a oscuras amplias zonas de Ucrania el domingo, Rusia aumentó el número de buques y submarinos en el Mar Negro que llevan sus misiles de crucero Kalibr, según dijo Kiev el miércoles, informando de nuevos ataques.

Cambio de impulso

Aun así, incluso con su armamento más numeroso, Rusia sigue sufriendo una escasez de tropas y una moral baja, y es poco probable que pueda revertir lo que Estados Unidos denomina un “cambio de impulso” hacia Kiev con sus suministros de armas cada vez mayores por parte de Washington y sus aliados europeos. Los intentos del Kremlin de utilizar las interrupciones del suministro energético para presionar a Europa no han mermado hasta ahora el apoyo a Ucrania, mientras que vagas insinuaciones de Moscú sobre una posible escalada nuclear suenan huecas.

“Nos movemos en una sola dirección: hacia adelante y hacia la victoria”, dijo el miércoles el presidente ucraniano Volodymyr Zelenskiy durante una visita sorpresa a la estratégica ciudad de Izyum, una de las decenas de ciudades y pueblos que sus fuerzas recapturaron la semana pasada.

Putin todavía no considera la invasión como un “error”, según el canciller alemán Olaf Scholz, que habló por teléfono con el presidente ruso el martes.

En Rusia, la opinión pública reclama cada vez más una postura más agresiva.

“Hay una guerra en marcha, y no tenemos derecho a perderla”, dijo el martes el líder del Partido Comunista, Gennady Zyuganov. “Necesitamos una movilización completa del país”.

El Kremlin sigue descartando el reclutamiento masivo, una medida que corre el riesgo de desencadenar disturbios, a pesar del éxito de la contraofensiva ucraniana, que ha recuperado más de 6.000 kilómetros cuadrados de territorio en lo que va del mes, asestando un golpe decisivo al intento ruso de hacerse con el control del este.

“El principal problema para nosotros en este momento es la falta de personal”, dijo Sergei Markov, consultor político del Kremlin. “El ejército ruso que lucha en Ucrania es la mitad del tamaño de nuestros oponentes ucranianos”.

Pero la movilización general probablemente no resolvería el problema inmediato porque se necesitarían meses para entrenar a los nuevos reclutas. Y abandonar el pretexto retórico de que la guerra es una “operación militar especial” obligaría a los rusos de a pie, muchos de los cuales han estado en gran medida aislados de ella, a enfrentarse a la verdadera magnitud del conflicto.

En su lugar, es más probable que Putin y sus comandantes opten por una “cripto-movilización”, incluso mediante un proyecto de ley que legalizaría hacer peticiones de reclutamiento por correo, en lugar de en persona, según el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), un think tank estadounidense que sigue la guerra en informes diarios. El objetivo sería “promover el reclutamiento en el servicio por contrato mediante el engaño, la coacción o la promesa de recompensas económicas”, dijo el ISW en su reporte del martes.

Los expertos pro-Kremlin de la televisión estatal han admitido graves retrocesos después de que el Ministerio de Defensa presentara la precipitada retirada de tropas ante el avance superior de las fuerzas ucranianas como un redespliegue. Más de 20.000 residentes en las zonas liberadas de la región de Járkov huyeron a Rusia por temor a las represalias de autoridades ucranianas, informó el servicio de noticias Tass. Kiev ha dicho que perseguirá a los ciudadanos que colaboren con las fuerzas de ocupación.

Insinuaciones nucleares

El partido leal Rusia Justa pidió el miércoles una sesión a puerta cerrada del Parlamento esta semana para escuchar un informe sobre la situación del campo de batalla por parte del ministro de Defensa, Sergei Shoigu, informó Tass.

Algunos antiguos críticos han vuelto a respaldar la línea del Kremlin. El hombre fuerte de Chechenia, Ramzan Kadyrov, un leal a Putin que durante el fin de semana denunció los “errores” de los militares en la operación, no tuvo más que elogios. “Nuestros generales, graduados en academias militares, conocen bien las sutilezas del camino de la guerra”, escribió en Telegram.

“Pero si fuera por mí, anunciaría la ley marcial en todo el país y utilizaría cualquier arma que tengamos porque hoy estamos luchando con todo el bloque de la OTAN”, dijo. La alianza no está llevando a cabo operaciones de combate en Ucrania.

Dmitri Medvédev, expresidente y ahora alto funcionario del Kremlin, conocido por sus acaloradas declaraciones públicas, advirtió el martes que “la campaña militar pasará a otro nivel”.

“Los países occidentales ya no podrán quedarse en sus limpias casas y apartamentos riéndose de cómo están debilitando magistralmente a Rusia”, escribió en Telegram. “Todo a su alrededor arderá. La tierra arderá y el hormigón se derretirá”.

-Con la asistencia de Marc Champion.

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