Ciudad de México — La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), el regulador energético de México, revisará el plan de Pemex para desarrollar el megacampo marino de gas natural Lakach, dijo su presidenta interina, Alma América Porres Luna a Bloomberg Línea.
“Pemex lo ingresó como una modificación de un plan de desarrollo bajo el modelo de asignación, pero no lo he visto”, dijo la funcionaria.
La asignación es un modelo de exploración y producción exclusivo para Pemex previo a la reforma energética de 2013 del expresidente Enrique Peña Nieto, quien abrió el sector petrolero a la iniciativa privada, y un esquema menos favorable desde el punto de vista fiscal frente a los modelos de contrato derivados de los cambios a la Constitución mexicana.
Ante la posibilidad de que el campo ubicado en aguas profundas del Golfo de México utilice el mecanismo de asociación con una empresa privada, conocido como farmout, Porres Luna dijo que la CNH deberá revisar el plan de la petrolera estatal sobre el tema, pues lo único que la funcionaria sabe hasta el momento es que “hay una inversión externa”.
Octavio Romero Oropeza, CEO de Pemex, anunció en julio el regreso de la compañía a las aguas profundas con el yacimiento que posee reservas por 900.000 millones de pies cúbicos de gas, y agregó que se invertirían US$1.500 millones adicionales con la empresa estadounidense New Fortress Energy, de la mano de los órganos reguladores del país y la meta de comenzar producción en julio de 2023.
Lakach fue descubierto en 2006, pero el plan de desarrollo fue suspendido en 2016 ante su complejidad técnica y falta de infraestructura en medio de una crisis de precios en la industria petrolera, a pesar de una inversión de US$1.400 millones.
El esquema de farmout permite a Pemex participar en un proceso de licitación para un socio privado en un contrato con condiciones fiscales más atractivas con el que compartiría el riesgo exploratorio y de inversión, pero también la renta petrolera futura en caso de éxito.
Un ejemplo es el campo Trion, descubierto por Pemex, donde retuvo un 40% de participación tras asociarse con la empresa australiana BHP Billiton, hoy Woodside Energy, la cual retrasó la decisión de inversión final en el proyecto hasta 2023.
Bajo el esquema de asignación, Pemex tiene la ventaja de utilizar un contrato de servicios en el que controla toda la participación y las empresas privadas se limitan a realizar trabajos para la compañía que serán cubiertos sin depender del éxito del proyecto, pero en el que carga con todo el riesgo exploratorio y de explotación.
La CNH emitió en 2012 un dictamen no favorable a Pemex sobre el proyecto de explotación para Lakach por inconsistencias en los valores de reservas, riesgos de rentabilidad entre otros problemas técnico-administrativos.
“La Comisión considera que la versión que Pemex envió no contiene el nivel de madurez dentro de la fase de diseño para un proyecto de aguas profundas ni cubre los elementos suficientes para el otorgamiento de recursos financieros para su ejecución”, detalla el documento.
Trámites no se detendrán
La comisionada de CNH agregó que, tras la renuncia del presidente Rogelio Hernández Cázares el 31 de agosto, el órgano de gobierno del regulador se quedó sin quórum para sesionar, pero la resolución de trámites continuará, siguiendo todos los procesos.
“Los vamos a dar por afirmativa ficta -un recurso legal que consiste en el silencio de la autoridad a la solicitud de un operador petrolero-. En caso de que sea necesario, yo voy a firmar los procedimientos que sean necesarios, porque se puede hacer por excepción del comisionado presidente”.
Porres Luna estimó que hay más de 100 trámites pendientes, entre autorizaciones para perforación de pozos, prórrogas y modificaciones de planes de exploración y producción.
El Senado de México ya recibió las ternas de los candidatos del presidente Andrés Manuel López Obrador para comisionado presidente de la CNH.
