“The Merge”: las claves para entender la actualización de la red Ethereum

El suceso marcará el avance más esperado para la blockchain Ethereum. Se espera que reduzca el consumo de energía, una de las grandes críticas a la industria cripto

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Bloomberg Línea — Si uno entra a Google y busca las palabras “The Merge” (La Fusión, en español) lo primero que encontrará será un reloj con una cuenta regresiva que marca las horas que faltan para que ocurra uno de los eventos más esperados en la industria cripto.

El suceso, que se espera tenga lugar el jueves 15 de septiembre, marcará el avance más esperado para la blockchain Ethereum y le podría dar un nuevo impulso a la entrada de inversores institucionales en un año en el que la aversión al riesgo le ha hecho perder cientos de miles de millones de dólares en capitalización de mercado al mundo cripto.

La Fusión no es algo nuevo para los seguidores de esta industria y se ha venido mencionando al menos desde 2015, pero, con al menos seis retrasos, su factibilidad se convirtió prácticamente en un meme para los seguidores de la industria cripto. Sin embargo, finalmente sucederá esta semana y Bloomberg Línea presenta esta guía sobre lo básico que hay que saber para entender el cambio y lo que implica.

¿Qué es Ethereum?

Ethereum fue creada en julio de 2015 como una blockchain abierta que, a diferencia de la red de bitcoin, permite que cualquier persona despliegue aplicaciones para interactuar con los usuarios, lo que la ha vuelto una de las más populares en la industria. Ether es la criptomoneda que funciona en esta red, la segunda más grande por capitalización de mercado.

Según las cuentas de Consensys y FSInsight, el número total de direcciones únicas en esta blockchain se ha duplicado hasta superar las 200 millones en los últimos dos años, las transacciones han sobrepasado un promedio de más de un millón en los últimos 12 meses y hay alrededor de 3.000 dApps (aplicaciones descentralizadas) y cerca de 4.000 desarrolladores que trabajan con esta blockchain.

¿Cuál será el cambio?

La red Ethereum funciona con dos capas de blockchain que se ejecutan en paralelo: una es la capa de ejecución donde se realizan operaciones con un mecanismo conocido como Proof-of-Work (Prueba de trabajo o PoW) y otra es la capa de consenso donde se utiliza el Proof-of-stake (Prueba de participación o PoS). Se llama La Fusión porque el cambio combinará ambas capas para hacer una transición hacia mecanismos de PoS.

Para entender cómo funcionan, primero hay que tener presente que la idea de una blockchain es construir una especie de registro global de transacciones, similar a cualquier libro de contabilidad que llevaría un banco. Cada bloque tiene la información de las operaciones que se realizan y cada uno de los bloques se van uniendo en la red hasta crear ese ese registro global.

Sin embargo, como la filosofía detrás de las criptomonedas es que no exista una entidad centralizada que le dé validez a esas transacciones, los usuarios son quienes se encargan de añadir los registros a ese libro.

¿Cómo? Las personas que lo realizan se conocen como mineros y deben resolver un problema para darle validez a una transacción y “ganarse el derecho” de agregar el bloque al historial. Para resolver ese problema, que básicamente es encontrar la respuesta a un mensaje encriptado, se utilizan computadoras que hacen miles de pruebas en pocos segundos hasta hallar la respuesta.

Por ello es que los mineros gastan energía, pues entre más máquinas tengan funcionando, más posibilidades hay de encontrar la respuesta más rápido. Quien lo haga no solo valida la transacción que se quiere agregar a ese registro global, sino que también recibe criptomonedas como recompensa.

Con el cambio en la red Ethereum se quiere dejar en el pasado este famoso mecanismo de “minería”, que hizo popular las imágenes de granjas con centenares de computadores prendidas al tiempo en el frío de Siberia o en el sur de la Patagonia argentina.

¿Qué es Proof-of-stake?

La Fusión le daría paso al mecanismo de Proof-of-stake, donde se reemplazan a los mineros por los llamados validadores. A diferencia del PoW, no cualquiera puede participar en el proceso, sino que hay que poner en juego criptomonedas propias para aumentar la posibilidad de ser escogido para validar una transacción.

El objetivo del ‘staking’ es que los usuarios bloqueen una cierta cantidad de sus tokens para ganarse el derecho de registrar un bloque en la blockchain. Los validadores se seleccionan al azar, pero la probabilidad de ser escogido aumenta en relación con la cantidad total y el tiempo que su dinero haya sido bloqueado.

Estos usuarios reciben recompensas por validar estos bloques o por “atestiguar” que los bloques validados por otras personas sean correctos.

Cuando se ha recopilado una cantidad suficiente de certificaciones, el bloque se agrega a la blockchain. Con este mecanismo, el incentivo pasa de tener la mayor cantidad de computadoras prendidas para resolver primero un problema a que los participantes pongan en juego su propio dinero para ganar el derecho de validar una transacción.

¿Qué significa el cambio?

El cambio de mecanismo, según la Fundación Ethereum, ocasionará una disminución del 99,95% en el consumo de energía. Según Consensys, esta reducción en la huella de carbono podrá atraer a inversores institucionales que no lo han hecho antes por las críticas que ha recibido la industria por su elevado consumo de energía. La semana pasada, un informe de la Casa Blanca advirtió que la minería cripto se está convirtiendo en un obstáculo para cumplir las metas en la lucha contra el cambio climático.

Las personas que tengan invertido su dinero en ether no tendrán que hacer nada adicional para prepararse para la fusión. Sin embargo, aquellos que se dediquen a la actividad de minería tendrán que trasladarse a otra red, pues ya no podrán continuar operando en ella.

Con La Fusión también se espera que mejore la seguridad de la red, pues será más difícil ejecutar el conocido ataque del 51%, que sucede cuando un grupo de mineros tienen la suficiente tenencia de criptoactivos para alterar la red. Sin embargo, en el mecanismo PoS esto significaría tener un 51% del ether que se encuentre apostado, lo que equivaldría a miles de millones de dólares.

Se espera que la sostenibilidad, al consumir menos energía, y una mayor seguridad impacte en la escalabilidad de la red y en los proyectos que se ejecutan en ella.

¿Tendrá un impacto en el precio?

A pesar de que la aversión al riesgo ha dominado el sentimiento en el mercado de las criptomonedas últimamente, ether ha tenido alzas o incrementos superiores a las que ha registrado el bitcoin en las últimas semanas. Hasta el viernes pasado, el token digital venía subiendo ante la expectativa que generaba el cambio y esta semana el precio ha caído mientras los inversionistas sopesan la posibilidad de que la evolución no suceda como se tiene planeado.

Sin embargo, más allá del corto plazo, los analistas creen que La Fusión golpeará a la emisión de ether, lo que podría ayudar a sostener los precios. Según explica un reporte de Consensys, actualmente la emisión de ether se realiza tanto en la capa de ejecución, para recompensar a los mineros, como en la capa de consenso, para recompensar a los validadores. Las recompensas en las capas de ejecución suelen ser más altas para incentivar a los mineros a asumir los costos del consumo de energía.

Cuando ocurra La Fusión, no existirá el flujo actual de recompensar a los mineros y se calcula que la emisión de ether se reducirá en casi un 90%. “La inflación bruta de la oferta de ETH se sitúa actualmente en el 4,6%, y se espera que se reduzca al 0,5% después de la Fusión”, asegura el informe.

¿Existen riesgos?

Sí. Marcus Sotiriou, analista del corretaje digital GlobalBlock, plantea que existen “importantes riesgos” que podrían obstaculizar el cambio en el corto plazo. “Algunas de las API podrían romperse de una manera que muchos no pueden predecir. Además, podría haber otro retraso que frustraría a los inversores que llevan años esperando que se produzca esta transición”, plantea.

También, agrega el análisis de Consensys, existen un riesgo de centralizar las operaciones a pesar de que una de las promesas de la industria es la descentralización. Lido Finance, por ejemplo, controla casi un tercio de todo el ether que se ha apostado y “tras la Fusión, los grandes poseedores de ETH podrían teóricamente interferir en el rendimiento de la red”.

Además, ha habido un grupo de mineros que ha propuesto realizar una ‘hard fork’, que es una especie de división de la blockchain, para no perder su fuente de ingresos. La propuesta es crear una red de Ethereum paralela en la que se mantenga el mecanismo de PoW, pues al quedar en el pasado los mineros perderían la inversión en hardware que realizaron para minar los criptoactivos.

“La cuestión es la siguiente: los detalles pertinentes son escasos. Hay preguntas clave para determinar el valor de la bifurcación PoW después de la fusión, pero siguen sin respuesta, incluso cuando nos dirigimos a las últimas semanas previas a la fusión”, estableció el informe de Consensys.