Bogotá — Alberto Palma, vocero de la agremiación Familia Camionera Unida de Colombia, no le cree al presidente de Colombia, Gustavo Petro, aquello de que viene un incremento en los precios de la gasolina, pero que no se tocarán los precios del ACPM y sus derivados y por eso mismo advierte que “si nos tocan el precio del ACPM ahí sí nos tendíamos que ir a paro”.
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Asegura que hoy por hoy, con el anuncio de que vendrá una subida en el precio de la gasolina no se baraja la idea de salir a las calles y de protestar parando actividades, pero enfatiza en que el incremento en la gasolina terminará, tarde o temprano, afectando el precio del diésel
“Lo primero es que es una falacia decir que solo va a subir la gasolina. Las refinerías acá no dan para producir el diésel diario que se consume en el país, si a nosotros nos suben el diésel, sería una locura porque nos vamos a paro. Pero el Gobierno sabe que nosotros somos el primer motor del país, si se mete con nosotros paramos el país”, advierte Palma.
“Si nosotros peleábamos cuando nos subían $100 o $150 por mes, es decir, algo más de $1.000 en un año, imagínese ahora que nos quieren subir a entre $16 mil y $18 mil, pero no han dicho en cuánto tiempo”, dice el vocero del grupo de transportadores.
Además, Palma asegura que “el Gobierno está diciendo que le van a subir solamente a la gasolina porque esos son los vehículos de los particulares y en principio es cierto, pero en el fondo al subir la gasolina se entiende que inmediatamente suben todos porque no todos tienen para transportar sus mercancías en motores de diésel”.
Sobre el impacto que ello tendría Palma sostiene que “en 6 meses u 8 meses le tienen que empezar a subir al diésel porque un camión que se mueve con diésel consume diariamente el equivalente a 10 automóviles porque en un día recorre casi 300 kilómetros y hasta 700 kilómetros los más grandes, y el diésel también es importado”.
Para el líder de los camioneros lo que pretende el Gobierno es evitar protestas, pero para Palma hay que estar atentos a lo que pueda venir en materia de precios. “El Gobierno lo que quiere es apaciguarnos a nosotros, pero eso lo entendemos que es falso. Va a ser muy duro para la economía del país, Uno sabe que eso se corrige subiéndoles el precio al flete”.
También advierte que si se insiste en subir los precios se tiene que ser muy cauteloso con el mecanismo que se defina para establecer de cuánto será el incremento, “nos cogió de sorpresa el Gobierno porque nadie esperaba un aumento tan exagerado en los combustibles, nosotros estábamos acostumbrados a que se subiera por mucho $200. Uno se iba ajustando porque uno iba subiendo de a $3.000 o $5.000 por tanqueada, pero si le suben los $3.000 de los que están hablando, y uno tanquea 30 galones diarios, ahí son $90 mil o $100 mil”.
Además, critica la decisión de elevar los precios porque según dijo, “en el programa de Petro en ninguna parte se metió con combustibles. Él habló de energías limpias, y de subsidios para educación y el paso de energías fósiles a energías limpias, pero nunca se metió con el precio de los combustibles”.
Ya era hora de subir
Aunque la decisión de subir los precios de la gasolina es impopular y aprovechada políticamente por los opositores a Petro, hay un amplio consenso en torno a la necesidad de comenzar a cerrar el déficit del Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles que entregó la administración de Iván Duque.
Para entrar en contexto hay que recordar que se proyecta que el déficit del FEPC termine el 2022, si no se ajustan los precios, en $34 billones, y que para 2023, si no hay incrementos, el déficit sería de otros $28 billones
El Gobierno Duque pagó $6 billones, y dejó pendientes otros $19 que serían apropiados con la expedición del Presupuesto General de la Nación para que el actual Gobierno pague, pero dejó la tarea pendiente de subir el precio de los combustibles para evitar que el déficit se siga ampliando.
Juan Carlos Vélez, presidente de Fendipetróleo, aseguró que “es acertada la decisión del Gobierno de comenzar a subir los precios porque en la medida en que no se haga ese déficit se va a seguir ampliando en $1,5 billones y hasta $2 billones cada mes”.
Así mismo, enfatizó en que “no se está tocando el precio del diésel y eso también es positivo”, añadió Vélez, quien así mismo aclaró que “en la medida en que no se suba el diésel se ayuda a que no haya una subida muy fuerte de la inflación porque el diésel es el combustible de la carga y del transporte público, la gasolina afecta otros bolsillos como los duelos de carros particulares que se usan en negocios y los dueños de motos, pero la carga, la gran parte, se mueve con diésel y ACPM”.
Vélez agregó que “se puede pensar en una nueva fórmula, pero lo cierto es que nos toca ver cómo está el precio de la gasolina y el diésel porque somos importadores de una tercera parte del consumo doméstico y por eso la fórmula ideal es la que teníamos antes de pandemia”.
Entre tanto, Arnulfo Cuervo, vicepresidente de Fedetranscarga, asegura que “ese aumento, en la medida de que por meses no se ha hecho, pues es indispensable hacerlo. Hay que subir para cerrar el déficit de FEPC”.
Incluso, indicó que desde Fedetranscarga se planteó la posibilidad al presidente Petro de que el incremento no fuera para el diésel sino únicamente para la gasolina y celebró la decisión de tener en consideración dicha recomendación.
“Al parecer el Gobierno acogió esa iniciativa. Es importante que los aumentos de precio que se hagan en la gasolina se den de manera consensuada y paulatinamente porque indiscutiblemente bajo la coyuntura inflacionaria actual pues esto ejercerá más presión sobre los precios”, dice Cuervo.
Sobre cómo determinar la magnitud de los aumentos Cuervo explica que “lo que se le ha planteado al Gobierno es que todos los combustibles oxidados deberían tener un mismo precio. Si usted tanquea el carro en Bogotá es un valor distinto al de Cali, Medellín o zonas de frontera. Esos subsidios no deberían existir, sino que deberíamos tener un solo precio”.
Además, dice que “hay unos ítems cuando se calcula el precio que implica una serie de impuestos determinados por el país, estudiar las sobretasas municipales y departamentales, para tener una sola fórmula”.
Finalmente, Cuervo plantea que Ecopetrol traslade sus utilidades “al fondo porque es una empresa de los colombianos y por ello debería invertir esas utilidades en Colombia, y esa inversión debería ser, por ahora, para no desestabilizar la economía y permitir que el crecimiento económico continúe, seguir subsidiando porque no se puede desmontar los subsidios de un solo golpe, eso sería el acabose”.
