Bloomberg — El secretario de Hacienda de México, Rogelio Ramírez de la O, se ha quejado de las empresas con una gran participación de mercado que están aumentando los precios de sus productos, una señal de que el Gobierno ya se impacienta con las empresas a medida que la inflación se dispara al nivel más alto en más de dos décadas.
Ramírez de la O señaló a las empresas clave para la producción de tortillas y cuestionó en una entrevista radial por qué el alimento básico en México se está volviendo más caro a pesar de que los precios del maíz están a la baja.
“Queremos entender eso. Y una vez que entendamos eso, queremos acordar algo con esas empresas”, dijo Ramírez de la O a Radio Fórmula el lunes.
El presidente Andrés Manuel López Obrador llegó a un acuerdo con productores y minoristas anteriormente este año para limitar los aumentos de precios en una canasta de 24 productos de consumo clave y recientemente buscó expandir dichos esfuerzos. Pero la inflación anual ha seguido acelerándose, alcanzando el 8,7% el mes pasado, la más alta desde el año 2000.
La semana pasada, López Obrador criticó a varias empresas por un supuesto aumento de precios, señalando a la marca de harina de maíz Maseca y a su rival Minsa por “abusar con ganancia excepcionales en tiempos de crisis”. Dijo que la Secretaría de Hacienda pediría una explicación a las dos empresas, así como a los supermercados Wal-Mart de México SAB, Grupo Comercial Chedraui SA y Organización Soriana SAB.
A diferencia de López Obrador, el secretario de Hacienda no mencionó el nombre de ninguna empresa.
Ramírez de la O le dijo a Radio Fórmula que ahora se preocupaban también por los genéricos. Comentó que hay quejas por la inflación y la van a llevar a las empresas donde ven una gran concentración de negocios que tienen una participación de mercado muy alta.
El banco central de México pronosticó que la inflación alcanzaría su punto máximo en el tercer trimestre de este año, pero eso no ha aliviado por completo las preocupaciones de los consumidores. La Secretaría de Hacienda estimó en su propuesta de presupuesto 2023 que la inflación sería de 3,2% el próximo año, pero los economistas son más pesimistas.
“Vamos a empezar con aquellos que selectivamente están siendo los impulsores de la mayor inflación como es la tortilla, la papa, la cebolla, porque de ahí se deriva el resto de incrementos”, dijo Ramírez. “No todos están aumentando en línea, hay impulsores y hay precios como el de la gasolina, que si lo suelta, le crea todo tipo de efectos de segundo orden”.
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