Buenos Aires — En un contexto de persistente inflación, el consumo masivo en agosto profundizó la tendencia a la baja en Argentina, al desplomarse 7,3% respecto del mes anterior, por lo que la baja acumulada en el año llegó a 2,6%, según datos de un informe privado.
Si bien el INDEC difundirá el Índice de Precios al Consumidor de agosto este miércoles, consultoras y analistas ya estimaron que el mes pasado se ubicó en torno al 6%, lo que representaría una desaceleración frente al pico de julio, pero aún un rango muy elevado. En ese escenario, el poder adquisitivo sigue deteriorándose, lo cual se refleja en el consumo.
La inflación golpea al consumo
“En agosto la inflación desacelera, pero aún se ubica en el podio de los tres datos más altos del año”, evaluó Damián Di Pace, director de la consultora Focus Market.
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En ese sentido, sostuvo que “la contracara es un bolsillo debilitado en su poder adquisitivo y una nivel de deuda en crédito vía tarjeta, que es un tanque de oxígeno con menor capacidad para amortiguar un respiro hacia la llegada del comienzo del mes siguiente”.
“El ajuste que no se vio en el sector público se ve en el sector privado, sobre todo en la clase media”, consideró y puntualizó que la merma en el consumo se dio tanto en categorías de alimentos, como cuidado personal y limpieza. El rubro que logró una leve variación positiva fue el de bebidas, indicó el informe.
“El ‘plan Massa’ aparece en el universo económico como un plan ‘varita mágica’, pero las distorsiones existen aún con una tregua política en la coalición gobernante”, analizó Focus Market.
El impacto de la caída del consumo
En ese sentido, advirtió que ello “no le permitirá poner freno a la inflación sin un ajuste mayor del sector público, un costado fiscal aún sin una muestra contundente de que no es un plan `express`, sino confiable a mediano plazo”.
“Recordemos que el costado más preocupante de la caída del consumo es la recaudación, en la que el IVA crece por debajo de la inflación”, remarcó el sondeo.
De ese modo, insistió en que “ajusta más al sector privado”, lo cual genera “aún más caída del consumo”.