Cómo funcionan las vacaciones fiscales en Uruguay y qué beneficios otorgan

El Gobierno de Luis Lacalle Pou impulsó en 2020 una actualización normativa para atraer la llegada de nuevos residentes fiscales con capacidad de inversión y consumo

Por

Buenos Aires — Al poco tiempo de llegar a la Presidencia de Uruguay, Luis Lacalle Pou se fijó como uno de sus objetivos profundizar la llegada al país de inversores y demás individuos con capacidad de generar movimiento económico a partir del consumo. Y fue así que en 2020 se sancionó la ley Nº19. 937, a partir de la cual se amplió el periodo de vacaciones fiscales para personas no residentes de seis a 11 años.

Ahora bien, ¿qué beneficios otorga dicho régimen a aquellos extranjeros que deciden mudar su domicilio fiscal a Uruguay? Bloomberg Línea dialogó con especialistas en la materia para conocer cómo funciona este esquema y cuál es la recepción que ha tenido.

¿Qué son las vacaciones fiscales?

La génesis de la vacación fiscal data de 2011, cuando los residentes fiscales uruguayos pasaron a tener gravados sus rendimientos de capital mobiliario –por ejemplo intereses o dividendos– obtenidos en el exterior a una tasa del 12%.

En ese momento se permitió a los nuevos residentes fiscales optar por tributar como no residentes –lo que en la práctica implicó que estas personas no tributen– por los rendimientos de capital mobiliarios del exterior. Esto funcionaba por el año en que se hicieran residentes fiscales más cinco años más.

En 2020 se modificó este régimen para otorgarle la posibilidad a quienes se convirtieran en nuevos residentes fiscales a partir del año 2021. Y ello permitió:

  1. La misma opción de vacación fiscal que se debía tributar como no residente –es decir, no tributar, en la práctica– por los rendimientos de capital mobiliario, pero extendiendo ahora el plazo a un total de 11 años. Es decir, el año en que la persona se hace residente fiscal uruguayo más 10 años más. “Para quedar incluidos en esta franquicia fiscal, las personas físicas deben tener inversiones en inmuebles un valor superior a 3.500.000 unidades indexadas (US$390.000 aprox.), siempre que estas inversiones se hayan realizado a partir del 22 de enero del 2021. Y se debe verificar una permanencia mínima de 60 días en el país en el año civil”, explica Estudio Kaplan.
  2. La otra opción que se da a los interesados es la de pagar el impuesto a la renta por los rendimientos de capital del exterior a una tasa de 7% en vez de 12% desde el primer año.

A esto hay que agregarle que como regla general las personas físicas residentes fiscales uruguayas no pagan impuesto al patrimonio por los activos situados en el exterior y que no existe el impuesto a la herencia en nuestro país”, indicó Javier Otegui, socio de Guyer & Regules.

A modo de síntesis, Otegui consignó: “En definitiva, un nuevo residente fiscal en Uruguay, si hace uso de la vacación fiscal, no pagaría impuesto a la renta en Uruguay por sus rendimientos de capital mobiliario del exterior (intereses y dividendos por ejemplo) por 11 años y, asimismo, no estaría gravado por impuesto al patrimonio por los activos que tiene fuera de Uruguay (por ejemplo, cuentas bancarias en el exterior)”.

Además, Otegui expresó que estos beneficios, para determinado perfil de personas, “tiene un impacto de reducción muy relevante de impuestos comparado con otras jurisdicciones”.

Entusiasmo en el exterior

Otegui detallo que, a partir de la normativa, se ha observado un incremento muy grande personas de alto patrimonio que han venido a vivir a Uruguay y que han hecho uso de esta opción.

“Por supuesto que no es la única razón por la cual una persona decide mudarse a Uruguay, pero sin dudas que es una importante y que ha sido muy bien recibida”, sostuvo.

Además, firmó que estas personas “consumen en Uruguay, dinamizan la economía, dan fuentes de trabajo e invierten

Por su parte, el argentino Martín Litwak, experto en fiscalidad y planificación patrimonial internacional, añadió que del otro lado del Río de La Plata la normativa de 2020 despertó un gran interés en mucha gente. “Cuando prestamos el servicio de mudanza internacional es algo que consultan siempre y que ven como beneficio a la hora de tomar decisiones”, explicó.

“La principal ventaja es que no se paga impuesta a la renta (similar al impuesto a las ganancias en Argentina) sobre rendimientos de capital mobiliario del exterior. Por ejemplo, los rendimientos por inversiones financieras en el exterior no pagan ese impuesto. Es una diferencia muy grande en relación a los regímenes de los demás países”, sentenció Litwak.