Los operadores de divisas de Japón esperaban a ver si se mantenía un modesto repunte del yen el lunes, en medio de una amplia debilidad del dólar, la continua intervención verbal y los informes de los medios de comunicación de que las restricciones fronterizas podrían aliviarse.
El yen fluctuó entre las ganancias y las pérdidas en las primeras operaciones del lunes, tras haber cerrado con una subida de más del 1% el viernes y haber recuperado aproximadamente la mitad de la rápida caída de la semana pasada.
El subsecretario del Gabinete, Seiji Kihara, dijo durante un programa de televisión el domingo que Japón tiene que “tomar las medidas necesarias mientras vigila de cerca los acontecimientos, incluidos los movimientos excesivos y unilaterales del tipo de cambio”. Sus comentarios se produjeron después de que las autoridades lanzaran su advertencia más contundente sobre la caída del yen, y de que el gobernador del Banco de Japón, Haruhiko Kuroda, se uniera al coro el viernes.
Aunque una intervención real en el mercado para comprar yenes sigue considerándose una opción poco probable, los analistas han señalado otras medidas que Japón puede utilizar para ayudar a impulsar la moneda, como la apertura de las fronteras.
Japón está planeando eliminar el límite de 50.000 personas por día en las llegadas al extranjero para octubre y también considerará la eliminación de otras barreras para el turismo entrante, informó el domingo el Nikkei. Kihara dijo en la televisión que el gobierno relajará aún más sus normas de turismo en el “momento adecuado” porque Japón “no debe quedarse atrás” respecto al resto del mundo.
Aun así, el sentimiento bajista hacia el yen se mantiene intacto, dada la política monetaria y la divergencia de rendimientos entre Japón y Estados Unidos. Las posiciones cortas netas en yenes de los gestores de activos alcanzaron un récord la semana pasada, mientras que los fondos apalancados aumentaron las suyas al máximo desde marzo, según los últimos datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas.
“Seguimos manteniendo nuestra visión bajista sobre el yen, incluso después del último movimiento”, escribieron el viernes en una nota los estrategas de Goldman Sachs Group Inc. “Pero creemos que el debate en torno a los riesgos de intervención y a un posible cambio de política monetaria estará cada vez más en el punto de mira al alcanzar niveles más altos”, en el dólar-yen.
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