La inflación en Argentina tampoco cedería en 2023 y el dólar paralelo suma combustible

El último Relevamiento de Expectativas de Mercado proyectó que el Índice de Precios al Consumidor subirá más de 80% el año que viene. ¿Cómo impactan MEP y CCL?

Fotógrafo: David Paul Morris/Bloomberg
12 de septiembre, 2022 | 07:13 AM

La economía argentina se acostumbró a convivir con una inflación de más de dos dígitos desde hace más de una década, pero en este último año el alza de precios está en su momento más dramático: se espera que agosto haya finalizado en un 76% interanual y que el año cierre con un Índice de Precios al Consumidor en torno al 95%. Y, lejos de ceder, todo parece indicar que en 2023 las cosas serán casi tan complicadas con durante este año.

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De hecho, el Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM), mediante el cual el Banco Central (BCRA) recoge las proyecciones de las consultoras, arrojó una estimación de inflación punta a punta del 84,1% para el año que viene.

Fuente: BCRA en base a proyecciones de consultoras.

Bloomberg Línea preguntó a ejecutivos de consultoras cuáles son los motivos por los cuales el mercado descuenta que para el año que viene el problema seguirá sobre la mesa y entre las razones aparecen: la falta de confianza, la inercia, el dólar oficial, el dólar paralelo, entre otras razones.

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Factor inercial y falta de confianza

Las expectativas de inflación siguen tan altas porque todavía no se le tiene mucha fe a lo que está haciendo el Gobierno”, sostuvo Camilo Tiscornia, C&T Consultores. Y añadió que 2023 arrancará con “una inercia muy fuerte” y que, por lo tanto, “para salir de esto se requiere un cambio de expectativas muy grande”.

Tiscornia consideró que el Gobierno resuelve el corto plazo y puso como ejemplos de ello: el canje de deuda, la estrategia para conseguir más reservas a través del dólar soja a $200 para frenar expectativas de inflación o el ajuste de tarifas para acotar marginalmente el déficit fiscal.

Además, el economista reseñó: “Hay muchas dudas con lo que va a pasar el año que viene, que es electoral. ¿Van a comprometerse a un ajuste fiscal? ¿Cómo van a enfrentar los vencimientos de la deuda que se pateó de este año para el año que viene?

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Esta falta de expectativas positivas, según el ejecutivo de C&T Consultores, lleva a pensar al mercado que va a seguir habiendo emisión el año que viene, lo que alimenta las expectativas de inflación.

El dólar

Desde la consultora Ecolatina tampoco ven una desaceleración sustancial de la inflación para 2023 y uno de los motivos que destaca el jefe de research de esta firma, Santiago Manoukian, está asociado al dólar oficial: “Vamos a tener un deslizamiento cambiario consolidado en niveles superiores a los de este año”, indicó. Según Manoukian, “el Banco Central que va a evitar seguir perdiendo competitividad cambiaria”, ya que el Tipo de Cambio Real Multilateral retrocedió 10% en lo que va de este año.

Fuente: Banco Central

No creo que se intente corregir lo que se perdió, pero sí mantener en estos niveles y eso implica que sea más alta la devaluación”, especificó.

Por otro lado, Ecolatina también observa que las subas de los dólares financieros tienen un impacto inflacionario. El último informe de la consultora, afirma que el alza en las divisas paralelos y la ampliación y endurecimiento de las restricciones a las importaciones implicaron “un fuerte mecanismo de transmisión hacia los precios”.

“Este fenómeno no sucedió con igual intensidad en periodos anteriores, mostrando que la dinámica inflacionaria se volvió más frágil ante potenciales shocks”, consigna el documento de la consultora.

Hace algunas semanas, la consultora Analytica realizó un informe en el cual destaca que los rubros que tienen mayor sensibilidad a lo que sucede con el dólar MEP y con el contado con liqui son: prendas de vestir y calzado, transporte, educación, recreación y cultura, restaurantes y hoteles, entre otros.

Gentileza de Analytica

Ajustes tarifarios y de regulados

Un detalle no menor de la alta inflación de este año es que se dio en el marco de tarifas de luz, agua y gas pisadas. Y el Gobierno tomó la decisión de ir corrigiendo esta situación, lo cual le permitirá un ahorro fiscal en el mediano plazo, pero también un reacomodamiento de precios.

Manoukian recordó que las subas de tarifas van a tener un impacto de primera y segunda ronda, ya que el usuario no solo se encontrará con una precio más alto en la boleta, sino que se incrementarán los costos en la cadena de valor de los productos.

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Además, va a haber ajustes en precios regulados, como combustibles o prepagas, que son los más rezagados”, añadió Manoukian.

Contratos indexados

En línea con el factor inercial señalado párrafos atrás, Camilo Tiscornia recordó que la economía argentina tiene mecanismos de indexación “ya disparados” y que, por ende, “los contratos duran cada vez menos”.

En ese sentido, Manoukian mencionó: “Se va a sumar presión salarial a partir de la inflación”.