Bloomberg — Actualmente hay diez millones más de personas en situación de esclavitud en el mundo que en 2016, luego de que la pandemia llevara a multitudes a la pobreza y a condiciones de trabajo extremas.
El número de personas sometidas a trabajos o matrimonios forzados en 2021 ascendió a 50 millones, el equivalente a casi una de cada 150 personas en todo el mundo, según se desprende de una investigación publicada el lunes por la Organización Internacional del Trabajo, Walk Free y la Organización Internacional para las Migraciones.
La pandemia y los confinamientos provocaron un rápido deterioro de las condiciones de muchos trabajadores, empujándolos a la servidumbre por deudas y, en el peor de los casos, al trabajo forzoso, en un contexto en el que la pobreza extrema aumentó por primera vez en 20 años. Según el informe, el cambio climático y los conflictos armados también han empujado a más personas a situaciones de esta naturaleza.
El 86% de aquellos inmersos en este tipo de esclavitud están en el sector privado, y más de la mitad del trabajo forzoso se produce en países de renta media-alta o alta. La mayor parte del trabajo forzoso de los adultos tiene lugar en los sectores de los servicios, la fabricación, la construcción, la agricultura y el trabajo doméstico.
“La esclavitud moderna es la antítesis del desarrollo sostenible. Sin embargo, en 2022 sigue presente en nuestra economía mundial”, afirmó Grace Forrest, directora fundadora de Walk Free. “En una época de crisis agravadas, la voluntad política genuina es la clave para acabar con estos abusos de los derechos humanos”.
Las mujeres y los migrantes se enfrentan a riesgos especiales en lo que respecta a la esclavitud, según el informe. Los trabajadores migrantes tienen más de tres veces más probabilidades de realizar trabajos forzados que los que no lo son, y las mujeres se enfrentan a una mayor probabilidad de ser sometidas a violencia física y sexual.
Entre las medidas que supondrían un avance significativo en materia de esclavitud se encuentran la elevación de la edad para contraer matrimonio a los 18 años sin excepción y medidas más contundentes para combatir el trabajo forzoso y la trata de personas en las cadenas de suministro, señalan los compiladores del informe.
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