Los últimos 12 meses han sido muy ásperos para los inversores de renta fija a escala global, ya que han sufrido una caída en el marco de un mercado bajista poco habitual. Y la situación no pareciera dar respiro pronto.
Tan es así, que la norma ha sido que los inversores de bonos sufran caídas de dos dígitos en sus tenencias a lo largo de 2022, ya sea por la duration de los bonos, el tipo de deuda o el sector del emisor. Y aún es factible ver más bajas en el horizonte, ya que los bancos centrales siguen esforzándose por controlar la inflación, que es la mayor de las últimas décadas.
“Todavía hay algo de dolor por venir”, aseguró Pauline Chrystal, una gestora de carteras de Kapstream Capital en Sydney. La ejecutiva agregó: “La Fed, en particular, está muy comprometida con dar prioridad a la inflación en lugar de preocuparse por la recesión”.
He aquí un vistazo a cómo se han repartido las pérdidas entre las distintas clases de deuda:
eu bonos del Estado de EE.UU. han estado bajo presión últimamente, ya que la Reserva Federal se embarcó en su campaña de endurecimiento más agresiva desde la década de 1980, y resolvió seguir subiendo los tipos para devolver la inflación a su objetivo del 2%.
La deuda pública ha sido la más afectada, dado que una parte considerable del mercado ofrecía rendimientos negativos hace un año. Las reservas de bonos con rendimientos inferiores a cero superaban entonces los 15 billones de dólares, y los inversores pagaban por mantener los bonos alemanes y japoneses a 10 años, así como los títulos italianos a dos años.
En casi todos los sectores, las pérdidas en 2022 se han sumado a las acumuladas el año pasado. Los bonos relacionados con la energía son los que han sufrido los menores descensos durante la crisis.
Los bonos denominados en divisas europeas han tenido un rendimiento inferior en 2022, después de que la crisis energética del continente aumentara las probabilidades de recesión. Las grandes oscilaciones en los mercados de divisas, impulsadas por la mayor inflación en décadas en muchos países, han agravado las pérdidas de los inversores que siguen una cartera en dólares.
Ni siquiera los bonos de menor duración se han salvado, aunque sus pérdidas en lo que va de año, cercanas al 10%, están muy por debajo de la caída cercana al 30% de los bonos con vencimientos superiores a 10 años.
Los bonos de alto rendimiento han perdido menos en todo el mundo que sus homólogos con grado de inversión desde principios de 2021. Esto sugiere que los inversores no están valorando una profunda recesión, y los bonos ofrecen cierto valor como amortiguador frente a la subida de los tipos de referencia.
El aumento global de los costes de los préstamos ha sacudido los mercados de deuda, con una volatilidad que se ha disparado hasta niveles que no se habían visto en julio de 2020. Dado que los bancos centrales aún no han declarado la victoria en la batalla contra la inflación, los inversores en renta fija podrían tener que prepararse para más turbulencias.
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