Bloomberg — El presidente Joe Biden está a punto de firmar una orden ejecutiva para ayudar a expandir la biomanufactura estadounidense y reducir la dependencia de China.
El proyecto establece una estrategia para reforzar la fabricación nacional que aprovecha los sistemas biológicos para crear una amplia gama de productos y materiales, desde nuevos medicamentos y tejidos humanos hasta biocombustibles y alimentos, según personas familiarizadas con el asunto, que pidieron no ser identificadas ya que los detalles de la orden ejecutiva aún no son públicos.
Estados Unidos tiene una de las industrias biotecnológicas más sólidas del mundo y, aunque ha sido líder en investigación y desarrollo, ha permitido que la producción de alta tecnología emigre al extranjero. Los funcionarios de seguridad nacional y de inteligencia de EE.UU. están especialmente preocupados por la dependencia de la infraestructura de biomanufactura avanzada de China.
La pandemia de Covid-19 creó una sensación de urgencia en torno al desarrollo de una estrategia industrial clara y coherente, según dos de estas personas, que señalaron el rápido desarrollo y la producción de vacunas de ARN mensajero como ejemplo de éxito de la inversión nacional. Más allá de la atención sanitaria, Estados Unidos intentará impulsar la biomanufactura en la agricultura, la energía y otros sectores.
La orden describirá cómo los EE.UU. deben desarrollar una fuerza de trabajo formada capaz de utilizar procesos naturales para crear productos y materiales de base biológica, dijeron las personas. El gobierno de Biden planea desplegar recursos para apoyar la ampliación de la infraestructura de la biofabricación, aunque todavía no está claro si hay fondos para respaldar la orden ejecutiva.
La Casa Blanca sugerirá que la mejora de la biomanufactura nacional acabará reduciendo los precios y reforzando la seguridad de la cadena de suministro, según estas personas.
Hace dos semanas, Biden firmó una orden ejecutiva para impulsar la fabricación nacional de semiconductores que también forma parte de la campaña de la administración para cambiar el equilibrio de la competencia estadounidense con China.
En mayo, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma de China dio a conocer un plan quinquenal de desarrollo bioeconómico, en el que se describen los esfuerzos para acelerar las nuevas tecnologías y estimular el crecimiento de la atención sanitaria, la agricultura y los combustibles. A medida que aumentan las tensiones entre Estados Unidos y China, la administración Biden ha buscado formas de frenar la inversión en las industrias chinas.
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