Bogotá — Desde los últimos meses muchos titulares de noticias hablan de que la inflación tocó máximos históricos. La cifra más reciente en Colombia es la de agosto que llegó a 10,84% anual, lo más alto del siglo. En palabras populares, la plata no alcanza para comprar lo mismo que antes, pero ¿alguien gana con una inflación récord?
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La respuesta a esa pregunta, según expertos consultados por Bloomberg Línea, es que aunque unos lo hacen en mayor medida que otros, a la final todos terminan perdiendo con una inflación muy alta.
¿Por qué la inflación es más peligrosa de lo que parece?
“Con una inflación alta, todos perdemos poder adquisitivo: nuestro dinero vale menos y alcanza para menos cosas. Esto es especialmente malo para las personas más pobres, que están en el desempleo y la informalidad, y cuya inflación suele ser más alta que el promedio. La inflación, entonces, genera también pobreza y empeora la desigualdad”, explicó Germán Machado, docente de economía de la Universidad de los Andes.
Además, no todos los salarios suelen subir al mismo ritmo que lo hace la inflación, por lo cual se termina perdiendo poder adquisitivo, comentó Juan David Ballén, director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa al añadir que las empresas también ven afectada su actividad pues “la alta inflación les genera mayor dificultad al momento de realizar sus presupuestos por la incertidumbre sobre la proyección de los precios”, lo cual podría afectar el negocio, inversiones y empleo.
Según Ana Vera, economista jefe de IN ON Capital, “la inflación es un impuesto escondido que afecta la calidad de vida de todos, tanto de inversionistas como de personas de bajos recursos que ven mayores limitaciones para poder satisfacer sus necesidades”.
Por otra parte, la inflación alta e impredecible desincentiva la inversión y el ahorro, afectando el crecimiento económico futuro. “Por tanto, todos perdemos también por ese frente”, dijo Machado al añadir que “desde el punto de vista financiero, también hay otras implicaciones. Suben las tasas de interés de los créditos y también las tasas que se necesitan para que una inversión sea atractiva. Junto con las subidas de tasas, los bonos y, en general, los títulos de tasa fija se desvalorizan”.
No hay que olvidar que la subida de las tasas de interés no solo impacta a los grandes inversionistas, sino a los ciudadanos que quieran solicitar un crédito pues este les saldrá mucho más caro que antes.
Los que menos pierden con una inflación muy alta
Para Ana Vera, los que menos pierden en estos escenarios son “los que tienen productos de inversión indexados a la inflación, pues cubren su rentabilidad con los mayores precios”.
Desde la visión de Germán Machado, como en cualquier caso, hay un escenario en el que es posible ganar en esta situación. “Con una inflación alta, los instrumentos de inversión de tasa fija pagan tasas de interés más elevadas. De esa manera, una inversión de mediano o largo plazo, pactada en tasas altas, si la inflación cede, podría ser un negocio favorable”.
Para complementar lo anterior, no hay que olvidar que “la tasa de interés y el precio de los títulos de tasa fija tienen relación inversa. Si hoy suben las tasas de interés, los títulos que ya fueron emitidos hasta ayer pierden valor y bajan de precio. Pero, los títulos nuevos que se emitan desde hoy, pagan más y tienen precio más alto”.
De acuerdo con Sergio Olarte, economista principal de Scotiabank, “sí hay algunas personas que se pueden proteger contra la inflación, en especial quienes tienen capacidad de ahorro o capacidad de inversión y los comerciantes que pueden trasladar el aumento de costos a los precios finales de sus productos, eso no quiere decir que se vean beneficiados, sino que se protegen contra la inflación”.