IPC de Chile supera el 14% tras un alza de tasa mayor a lo esperado

Los precios al consumidor subieron un 1,2% mensual en agosto, anotando un aumento anual de 14,1%

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Bloomberg — La inflación anual de Chile se aceleró más de lo esperado al nivel más alto desde 1992, pocos días después de que el Banco Central sorprendiera a los inversionistas con un aumento de la tasa de interés mayor a lo esperado.

Los precios al consumidor subieron un 14,1% en agosto en términos interanuales, informó el jueves el Instituto Nacional de Estadísticas. La inflación mensual se situó en el 1,2%, sobre la mediana del pronóstico del 1% de los analistas que participaron en una encuesta de Bloomberg.

Esta semana, el Banco Central de Chile intensificó los esfuerzos para llevar la inflación de regreso al objetivo del 3% al elevar las tasas en un punto porcentual completo, sorprendiendo a los economistas que esperaban un incremento menor. Los aumentos del costo de vida han sido impulsados por un el precio de los combustibles y la reciente depreciación del peso a un mínimo histórico. A pesar de haber iniciado el ajuste monetario hace más de un año, los banqueros centrales prevén que los precios al consumidor se mantendrán por encima de su meta hasta 2024.

Los precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas aumentaron un 2% frente al mes anterior, mientras que la energía subió un 2% y el transporte, un 1,6%, según la agencia de estadísticas. Por otro lado, los costos de educación se mantuvieron constantes.

El miércoles, el Banco Central elevó sus pronósticos de precios al consumidor a 12% y 3,3% para fines de 2022 y 2023, respectivamente. Hablando ante el Senado, la presidenta del banco central, Rosanna Costa, dijo que la inflación anual está cerca de un pico y también señaló que los riesgos de aumentos más persistentes en el costo de vida son una de las principales preocupaciones.

La inflación anual de Chile supera la de sus pares regionales, incluidos Brasil, México y Colombia. Todavía está muy por debajo de la inflación de Argentina, que supera el 70%.

El peso se ha fortalecido un 18% respecto de un mínimo histórico registrado a mediados de julio, cuando los banqueros centrales anunciaron un programa de intervención de US$25.000 millones que durará hasta septiembre. Una moneda más débil estimula la inflación al encarecer las importaciones.