Cuánto rindió invertir US$1.000 en las bolsas de LatAm en el último año

En los últimos 12 meses algunos mercados latinoamericanos mostraron una performance mejor a la del resto de emergentes, Colombia sufrió el mayor desplome

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Los últimos doce meses han sido bastante caóticos para los mercados internacionales, con activos que se vieron golpeados por las subas de tasas de los bancos centrales y el impacto de la invasión rusa sobre Ucrania. Tan es así que el índice S&P 500 de Wall Street lleva una baja de más del 13% en el último año, mientras que el Nasdaq se ha desplomado más de un 23% en este período.

Sin embargo, en gran parte de América Latina las cosas han ido un poco mejor, ya que algunas de las acciones con mayor ponderación en los índices regionales se vieron beneficiadas por las subas de commodities que generó la guerra en Europa.

En este contexto, Bloomberg Línea analizó qué rendimiento pudo obtener una persona que en septiembre de 2021 invirtió US$1.000 en alguno de los principales índices de la región, ya sea mediante fondos cotizados (ETF), o bien suponiendo una inversión teórica que estima que el posicionamiento siguió la ponderación de acciones que tiene cada índice.

Entre los países analizados (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, México y Perú) la mejor performance la entregaron las acciones de Argentina, Perú y Chile, mientras que el desplome más grande lo sufrió el COLCAP de Colombia.

Respecto de las dos grandes potencias económicas de la región, se puede destacar que las acciones de Brasil y México han mostrado un track record negativo en el último año, pero, como consuelo, se puede destacar que les ha ido mucho mejor que a las del resto de las potencias emergentes.

El ETF de emergentes, es decir, el EEM, se derrumbó más de 28% entre el 6 de septiembre de 2021 y el 6 de septiembre de 2022. Este papel pondera principalmente a las potencias asiáticas.

“En los últimos 12 meses a los mercados emergentes ligados a China les ha ido muy mal, porque están más emparentados a lo que sucede en las economías desarrolladas”, explicó Santiago López Alfaro, presidente de la sociedad de bolsa Patente de Valores S.A. Y amplió: “La suba de tasas y la caída de activos en el mundo impactó fuertemente en ellos”.

Además, López Alfaro consignó: “Como al mismo tiempo hubo una suba de los commodities, muchos países de LatAm se vieron beneficiados. Por eso los papeles de Chile y Argentina anduvieron bien”.

Perú, Chile y Argentina, con acciones ganadoras

En un contexto desafiante para los mercados, el S&P Merval de Argentina es la que mostró una mejor performance en los últimos doce meses: quien invirtió US$1.000 en este índice, de una manera proporcional a la ponderación que tienen las acciones en el mismo, y se quedó con los papeles tiene hoy US$1.155,90, es decir, ganó unos US$155,8 sobre el capital invertido. La cuenta toma las valuaciones que van del 6 de septiembre de 2021 al mismo día de 2022.

Este cálculo tiene en cuenta que el Merval en pesos avanzó 80%, pero el dólar paralelo que toman en cuenta los inversores argentinos (llamado contado con liqui), ya que el oficial es inaccesible, subió 56%.

El índice bursátil de Buenos Aires llegó a ubicarse cerca de los US$1.800 en enero de 2018, en lo que fue su máximo en dólares, mientras que al 6 de septiembre de este año se mueve en torno a los US$484,49. Sin embargo, pese a dicho desplome, en los últimos meses ha logrado recomponerse un poco y permitir una ganancia.

En los últimos doce meses el ADR de la petrolera estatal (YPF), una de las acciones más importantes del Merval, subió un 13% en Wall Street.

En Perú, también las acciones locales ofrecieron ganancias en moneda dura. Un inversor que apostó US$1.000 en acciones de la Bolsa de Lima un año atrás, ganó US$124,78, es decir, un 12,48% en dólares.

En el último año, el principal índice accionario del Perú subió 6,41%, pero la apreciación del sol (+5% en relación al dólar) permite que el avance medido en moneda estadounidense sea mayor.

Esta buena performance de los últimos 365 días fue traccionada por un alza en algunas de las principales acciones peruanas. El ADR de Banco Credicorp (BAP), la más fuerte de ellas, se disparó un 20% en este período.

Un poco más al sur de Perú, Bolsa de Santiago de Chile también entregó ganancias a quien ingresó en el último año. Un inversor que apostó US$1.000 al IPSA el 6 de septiembre de 2021, distribuyendo sus tenencias según la ponderación del índice y quedándose con los papeles, obtuvo un beneficio de US$91,98 el 6 de septiembre de 2022.

En realidad, el IPSA chileno subió más de 26% en el último año. Sin embargo, al valuar la inversión en moneda dura una parte de la ganancia se pierde, ya que el dólar se apreció alrededor de un 13% en dicho país.

Buena parte de esta performance se debe al boom del litio, ya que la empresa Sociedad Química y Minera de Chile (SQM), dominante en la bolsa del país sudamericano, llevó una extraordinaria suba en este período. De hecho, su acción en Wall Street tuvo un incremento superior al 95% en este período.

A lo mencionado hay que aclarar que las ganancias reales en dólares de los inversores se vieron afectadas por la inflación estadounidense.

Brasil y México en rojo

Los índices bursátiles de las dos principales economías de la América Latina no han entregado números positivos en estos últimos 12 meses.

Quien se posicionó en el Bovespa de Brasil con US$1.000 perdió en este último año unos US$80,86. No parece una cifra preocupante si se compara con lo que sucedió en las grandes emergentes de Asia, que se desplomaron en forma mucho más contundente, afectados por las subas de tasas en países centrales.

Un poco más pronunciadas han sido las pérdidas del iShares MSCI Brasil ETF (EWZ), es decir, el ETF de Wall Street que sigue las principales acciones brasileñas. Este fondo arrastra una caída superior al 16% entre el 6 de septiembre de 2021 y la misma fecha de este año.

Aquí tiene un fuerte impacto el derrumbe de la multinacional brasileña Vale (VALE), cuyo ADR ha caído un 36% en Wall Street.

Por otro lado, quien invirtió US$1.000 en el Índice de Precios y Cotizaciones de México (IPC) en forma proporcional a la ponderación de acciones del índice, anotó en este año una pérdida de US$133,46. Mucho más pronunciada que la de Brasil.

“A partir del tercer trimestre se nota una caída sumamente acelerada (en las empresas mexicanas) y esto tiene mucho que ver con que se empiezan a ver presiones en los márgenes de ganancias de las empresas, derivado del aumento de costos por la inflación y de costos financieros”, explico Jacobo Rodríguez, director de análisis en Black Wallstreet Capital.

En tanto, el ETF que refleja en Wall Street el rumbo de las acciones más importantes de México, el iShares MSCI México ETF (EWW) perdió 11% en los últimos 12 meses.

Colombia, el desplome principal

Entre las bolsas analizadas, quien se llevaría la peor parte sería el inversor que haya apostado US$1.000 al Colcap de Colombia, ya que habría perdido unos US$214,91 al cabo de estos 365 días, ya que el índice medido en dólares retrocedió 21,49%.

No solo el índice en sí mismo tuvo un retroceso en este año, sino que la apreciación del dólar en Colombia (subió un 17% en el año) también habría perjudicado la inversión.

Ante la consulta de por qué los papeles colombianos se han desacoplado tanto, el director de análisis y estrategia de Casa de Bolsa, Juan David Ballén, indicó que la acción de la petrolera Ecopetrol (EC) se ha visto afectada luego de la entrada del nuevo Gobierno.

“Además, la reforma tributaria que está en curso, que busca gravar dividendos y ganancias ocasionales, ha desincentivado que los inversionistas locales compren acciones”, sostuvo Ballén.

Tal como señaló el analista, Ecopetrol muestra una caída del 24% en Wall Street.

Más allá del caso puntual de Colombia, Ballén indicó que las bolsas de la región son la que mejor desempeño han evidenciado a nivel global, debido al alza que han presentado los commodities por los choques de oferta y el conflicto bélico en Ucrania”. No obstante, advirtió: “El retiro de estímulos monetarios y fiscales en países desarrollados, además del riesgo político en la región, han impedido un desempeño aún mejor de la región, ya que ha frenado una mayor entrada de flujos”.