Buenos Aires — El Gobierno argentino ─y los provinciales─ apuestan a que Vaca Muerta sea la llave del desarrollo económico: revertir la balanza energética, abastecer internamente al país con el gas y petróleo que allí se extrae y generar divisas con la exportación.
Al potencial de esa llave hoy se lo identifica con tres siglas: GNL. La posibilidad de producir gas natural licuado en el país y exportarlo es una idea promovida por el Gobierno pero también ─y principalmente─ por el sector privado. Es una industria que no existe en el país pero que ya tiene tres proyectos: uno sólo ya se ha anunciado su inversión.
Los tres proyectos de GNL
#1 YPF ─ Petronas
Días atrás se confirmó la construcción de una planta de licuefacción en el país en asociación entre YPF (YPF) y Petronas para exportar GNL al mundo. El proyecto prevé una inversión inicial de US$10.000 millones que podría extenderse a US$40.000 millones en 10 años.
Los US$10.000 millones de inversión inicial determinarán la etapa de aumento de producción de gas, un gasoducto de 600 kilómetros y un puerto. Según precisaron las autoridades, YPF será dueño del 50% del proyecto junto a Petronas mientras que abrirán sumar a otros inversores.
#2 Excelerate ─ Transportadora de Gas del Sur (TGS)
La estadounidense Excelerate, que cuenta con una terminal ─barco a barco─ de regasificación de GNL en Escobar, avanza en un proyecto modular junto a Transportadora de Gas del Sur (TGS) para poder exportar de cuatro millones de metros cúbicos en su inicio y alcanzar luego los 16 millones metros cúbicos.
La planta, que estaría en tierra firme pero que incluiría un almacenamiento flotante, estaría en Bahía Blanca. El proyecto se encuentra aún en etapa de prefactibilidad y para que se concrete será necesario primero que el gasoducto Néstor Kirchner ya esté listo para transportar el gas de Vaca Muerta al municipio bahiense.
#3 Tecpetrol
Tecpetrol, la empresa petrolera del grupo Techint, que días atrás anunció una inversión por US$730 millones para sostener la producción en Vaca Muerta y para explorar otros pozos de la zona, también tendría en carpeta avanzar con una planta de GNL en la provincia de Río Negro, según adelantó a este medio la gobernadora de la provincia.
Este proyecto está aún en sus etapas iniciales y según la gobernadora aún no hay inversión necesaria. Para ello, será primero necesario un gasoducto que salga de Neuquén y atraviese la provincia hacia el océano atlántico.
¿Por qué es importante?
Pese a contar con la segunda reserva de shale gas del mundo, Argentina no tiene actualmente la infraestructura para abastecer la demanda interna de gas y tiene limitadas sus capacidades exportadoras. Esta situación, sumado a la alza en los precios energéticos como resultado de la invasión rusa en Ucrania, generaron un stress en las reservas netas del Banco Central, por el costo de la importación de gas.
Un documento de los centros de estudios Fundar e IDEA publicado días atrás, remarca que el desarrollo de la tecnología de gas natural licuado (GNL) “posibilitó el almacenamiento y transporte a mercados alejados: el 77% del crecimiento del intercambio global de gas natural hasta 2040 se llevará a cabo vía GNL y se espera que domine los intercambios internacionales para el 2030″.
En ese sentido, el informe destaca que es “una oportunidad única para que el alto nivel de recursos gasíferos de Argentina se destine al abastecimiento de la demanda mundial, pero hay que actuar ahora, antes de que la demanda de combustibles fósiles disminuya de manera significativa a causa de la transición energética”.
Según Fundar e IDEA, “para aprovechar esta ventana de oportunidad se necesita un nivel de inversiones nunca antes visto en la Argentina”. Y detalla que “solo para la planta de licuefacción y en las instalaciones asociadas se requieren alrededor de US$15.000 millones, sin considerar las inversiones requeridas en el desarrollo del upstream y midstream”. Sobre esas inversiones, remarca que “el sector privado local, incluyendo a YPF, asociándose con compañías internacionales, está en condiciones de conseguir el financiamiento y de construir y operar el proyecto”.
El marco legal
Para poder avanzar en estos proyectos, sería necesario contar con una Ley que regule la industria del GNL y que genere incentivos para la inversión.
Según Juan José Carbajales, ex subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, en una columna publicada en Econojournal, el “Régimen de promoción de inversiones en la cadena de valor del Gas Natural Licuado” debe tener una duración de 20 años y debe incluir “inversiones en Tratamiento, Licuefacción, Transporte, Comercialización y Fabricación de equipos para proyectos de GNL, que estén destinadas a proyectos de producción, transporte, distribución, conversión o utilización de GNL en el transporte e industrias; y actividades industriales conexas”.