Lacalle Pou plantea abrir “puerta del Mercosur al mundo”, dice ministro uruguayo

José Luis Falero, al frente del Ministerio de Transporte y hombre clave en el círculo político del presidente, abordó la polémica con Buquebus por terminal fluvial en Montevideo

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Montevideo — El ministro de Transporte José Luis Falero tiene a su cargo una de las áreas clave para el desarrollo del Uruguay agroexportador como de la actividad turística. Dirigente del sector que fundó y lidera Luis Lacalle Pou dentro del Partido Nacional, el secretario de Estado es, además, un articulador político del grupo del oficialismo más próximo al presidente de la República.

En entrevista con Bloomberg Línea, Falero defendió la postura del gobierno uruguayo ante el Mercosur, un bloque que advirtió “está en una situación de quietud absoluta”. En línea con la prédica de Lacalle Pou de “flexibilizar” la relación de los socios con la extrazona, en momentos que Uruguay busca avanzar hacia un Tratado de Libre Comercio con China, el ministro dijo que el presidente promueve abrir “una puerta interesante del Mercosur al resto del mundo”.

“Estoy convencido que va a ser la puerta de entrada a muchos mercados desde el Mercosur y que Uruguay va a cumplir ese rol inicial”, dijo Falero sobre la apertura comercial que reúne la resistencia de Argentina y una mirada todavía distante de Brasil.

Sobre la gestión en Transporte y las obras previstas, el ministro afirmó que la administración busca ponerse “al día” con “la necesidad que tiene la carga en Uruguay”. Falero también señaló que el nuevo tren, que trasladará la pulpa de celulosa de UPM desde el centro del país al puerto de Montevideo, comenzará con sus operaciones de transporte de carga en el último trimestre de 2023, ya que habrá un tiempo de ajustes entre la finalización de la obra del Ferrocarril Central y la fase operativa.

Además también habló sobre el debate con la empresa Buquebus por una nueva terminal de pasajeros en Montevideo, brindó detalles sobre las características de la licitación prevista, y dijo que desde su cartera impulsan una reducción de las tasas de embarque en los aeropuertos.

La siguiente entrevista fue editada por motivos de extensión y claridad.

Teniendo en cuenta que la región está tendiendo a votar más a la izquierda, ¿le parece que Lacalle Pou está quedando aislado en ese sentido? ¿Cómo ve las aspiraciones del presidente para Uruguay en términos comerciales?

Creo lo contrario. La postura de Uruguay y del presidente en lo que hace a la apertura a nivel comercial, buscando el Tratado de Libre Comercio (TLC) no solamente con China sino abriendo otras oportunidades, hace pensar que puede ser una oportunidad para la región. Quizás en la medida que esto vaya avanzando, y se vayan viendo los resultados, se pueda modificar la postura que asumen los otros países de la región y se puedan sumar a ella. Estoy convencido que va a ser la puerta de entrada a muchos mercados desde el Mercosur y que Uruguay va a cumplir ese rol inicial, y que va a ser luego acompañado por el resto porque es una oportunidad donde hoy toda la zona de Latinoamérica, y fundamentalmente el Mercosur, está muy afectada por la crisis de la pandemia y también una crisis económica. Todo eso hace pensar que quizás más allá de que pueda parecer algo aislado, puede terminar siendo una puerta interesante del Mercosur al resto del mundo.

El embajador de Argentina en Uruguay dijo que si se concreta el TLC entre China y Uruguay sería dinamitar el Mercosur.

Creo que el Mercosur hoy está en una situación de quietud absoluta. No hay un avance que podamos notar. Hubo un empuje con la posibilidad de generar el TLC con la Unión Europea y finalmente se ha diluido. Hoy está muy quieto. Lo que está proponiendo Uruguay es dar el puntapié inicial y luego trasladarlo al resto de los países de la región. Creo que no vamos a dinamitar nada, sino que cuando se abran las puertas, y se vea cuáles son las opciones, quizás otros países puedan acompañar ese proceso de intercambio comercial. No lo veo tan drásticamente como lo ve el embajador.

Naturalmente el Ministerio de Transporte tiene muchos temas en común con Argentina, ya sea el dragado, el puente entre Bella Unión y Monte Caseros, ¿De alguna forma esa tensión entre las administraciones se traslada a estos temas de gestión?

En todos esos temas venimos avanzando dentro de los plazos naturales sin afectación alguna. Se está trabajando en la segunda etapa del dragado del Puerto de Montevideo, de pasar de 13 a 14 metros, donde se está elaborando el proyecto definitivo. Trabajamos en el puente al norte del país y también se viene trabajando en lo que es mejorar la navegabilidad del Río Uruguay sobre todo hasta Fray Bentos. No percibo nada que esté trancado. El diálogo es fluido.

¿Qué estimación tienen de cuánta carga puede tener el nuevo tren más allá de lo que genere UPM?

UPM va a requerir el 40% de lo que se pueda utilizar la vía. El otro 60% se viene trabajando con varios emprendimientos privados que ya están focalizados en la posibilidad de transportar su mercadería a través del ferrocarril. Hay emprendimientos en Canelones, en Florida, en Tacuarembó, donde va a poder completarse la carga, que además Uruguay la necesita para hacer frente al repago de la obra del ferrocarril que comienza a pagarse a partir de 2024. Para el canon, más allá del de UPM, precisamos completar la disponibilidad para hacer frente a los costos.

¿Ya hay contratados acordados?

No firmados, pero mantenemos reuniones permanentes porque dentro de lo que es la obra ferroviaria ya se están trabajando en las conexiones en algunos predios logísticos, sobre todo, que están trabajando con nuestro equipo técnico para dejar previsto el ingreso del tren hacia estos emprendimientos.

¿Le parece que el tren deja en evidencia que Uruguay tiene un déficit de infraestructura que puede llegar a estar deteniendo la inversión privada?

Cuando asumimos detectamos que más allá del desarrollo ferroviario, que obviamente en Uruguay estaba muy alicaído, había una sobrecarga de la red vial. Lo detectamos el primer día y por eso comenzamos a trabajar en proyectos que permitirán conectar más rutas a lo largo y ancho del país. Y logramos el año pasado presentar una propuesta de infraestructura vial que va a incrementar casi un 10% la cantidad de kilómetros de rutas que tenía Uruguay, desde 8.880 kilómetros estamos incorporando 642 kilómetros de rutas. Buscamos ponernos al día con la necesidad que tiene la carga en Uruguay. Se venía con un incremento de la producción en los últimos años y no adecuando la infraestructura vial a eso. Pero entre los kilómetros que vamos a agregar y la presencia del ferrocarril estamos generando un incremento importante que va a permitir palear ese déficit que existía. Estimo que va a haber una mejora sustancial que va a permitir soportar por varios años el desarrollo productivo del país.

¿En cuanto a costos cuál es la visión del gobierno? ¿Los percibe superiores que en otros lugares?

Lo son, sin dudas. Uruguay tiene costos más altos que el resto de la región, lo que lo hace menos competitivo. Pero ese incremento de vías que estamos haciendo en muchas rutas transversales nos va a permitir que el costo del flete, que es un costo importante para el traslado de la producción, lo vamos a poder reducir en cantidad de kilómetros mejorando la infraestructura vial. Uno siempre miraba que las rutas primarias de Uruguay eran de norte a sur y ahora estamos generando rutas transversales que van a permitir reducir kilómetros para que la mercadería llegue de su origen a destino con menor cantidad de kilómetros y eso va a ayudar a disminuir los costos en el momento de ser embarcados. Si a eso le agregamos el ferrocarril, va a permitir que muchos transportes se den por esa vía y se reduzcan costos finales al ser exportados.

¿La fecha prevista para finalizar la obra del ferrocarril sigue siendo mayo de 2023 o eso podría postergarse?

Todavía estamos con mayo de 2023. Venimos ya con 80% de ejecución. Puede suceder sí que quizás esté la obra de la vía terminada y queden algunos tiempos más para el tema del sistema de seguridad ferroviaria, de conectividad al sistema de control, la capacitación de los conductores en las vías. Estimamos que para fin del año que viene vamos a estar circulando con normalidad. Puede haber una circulación previa en lo que hace a la capacitación de los operadores ferroviarios.

La circulación de la carga entonces sería sobre fin de año.

Estimo que va a ser en el último trimestre, teniendo todas las condiciones. La obra en sí va en los plazos normales, pero no es la obra sola. Después tenemos que acompañarla con los cruces de vía, la señalización, y el sistema informático del centro de control de operaciones.

Hay en Uruguay un debate sobre distintos proyectos para puertos de pasajeros en Montevideo. ¿Desde el punto de vista del Ministerio cuál es el más viable de los considerados y qué puede implicar eso para Buquebus?

En lo que tiene que ver con puertos de pasajeros, Uruguay tiene hoy Montevideo y Colonia, y algo en la zona de Carmelo que comenzó a funcionar. En Montevideo y Colonia las dos terminales de pasajeros están a cargo de la Administración Nacional de Puertos, y en las dos pueden operar Buquebus, Colonia Express, u otras empresas en el futuro. Y los operadores van a tener siempre la seguridad de que van a tener lugar de atraque con condiciones de servicio para los pasajeros. La dificultad que se genera en Montevideo es que hoy los pasajeros están descendiendo dentro del puerto comercial, y eso lo vemos como inconveniente por el trasiego de vehículos livianos y de pasajeros en la explanada portuaria cuando hay un crecimiento del desarrollo portuario, por lo que estimamos debe ser relocalizado. La relocalización la va a definir el gobierno. Hay una propuesta sobre la zona de Mauá que estamos analizando y terminando de pulir con la Intendencia de Montevideo. En caso de que se concrete, se va a construir esa obra y van a tener la posibilidad de operar Buquebus y cualquier otro operador sin dificultad alguna. La dificultad que se ocasionó como consecuencia de algún comentario de los empresarios de Buquebus fue porque ellos también habían presentado una propuesta en Mauá en el gobierno anterior, que era diferente. Era una propuesta en la que se ofrecía realizar la obra quedándose con terrenos públicos en favor del privado. Nosotros no entendemos que ese sea el camino. Las terminales portuarias tienen que ser públicas porque mañana el privado no puede actuar de juez y parte en una definición de quién opera y quién no opera. Eso no es conveniente. Lo entendió la gente de Buquebus cuando estuve reunido con ellos.

¿Esa reunión fue posterior a las últimas declaraciones del dueño de Buquebus Juan Carlos López Mena?

Hubo reuniones anteriores y tenemos otra prevista para reafirmar esto. Creo que (las declaraciones) fueron inoportunas en el sentido de que Buquebus nunca va a tener riesgo de operar. Por el contrario, es un operador privado que ha funcionado muy bien y va a tener la posibilidad de seguirlo haciendo.

¿Con el hipotético ingreso de Corporación América no estaría la posibilidad de generar competencia en precios?

No, porque los precios están fijados por el Poder Ejecutivo. Eso va a seguir en manos nuestras y eso está muy claro. El puerto en Mauá va a seguir siendo público. El trabajo que estamos haciendo ahora con los desarrolladores del proyecto Mauá no incluye la concesión de la terminal a nadie. La concesión (de la terminal) va a ser posterior a la ejecución de la obra. Y mientras tanto va a ser ANP quien la va a administrar.

O sea que por un lado se licita la obra…

Y después se concesionará.

Pero sí Buquebus tendría que ir a operar ahí.

Va a operar dónde el gobierno defina la terminal. Lo que más me llama la atención es que descarta Mauá cuando fue él mismo quien planteo el puerto Mauá en el período pasado. Eso no me termina de cerrar.

Aparte de lo ya conocido, ¿Qué otros incentivos oficiales nuevos se están contemplando para impulsar la llegada de argentinos en temporada?

Eso lo está manejando el Ministerio de Economía y el Ministerio de Turismo. Nosotros en particular estamos permanentemente monitoreando las posibilidades de conexión, ya sea transporte colectivo, de ferris y aéreo. Estamos revisando inclusive algunas tasas aéreas para poder revisar los montos. Le hemos transmitido a Economía que nos interesa buscar la reducción para aumentar en cantidad. Hemos planteado junto al Ministerio de Turismo la revisión de las tasas de embarque en el tema aéreo y hay buena receptividad por parte de los operadores de colaborar también, fundamentalmente los que tienen la concesión de los aeropuertos.

En su momento se habló de la llegada a Uruguay de Qatar Airways. ¿Eso sigue en pie?

Es parte de lo que mencioné. Lo que estamos buscando es que podamos armar un paquete de beneficios que permitan reducir costos a ver si los números finalmente les cierran a las empresas para poder llegar con pasajeros. En esa línea hemos presentado una propuesta para poder generar alguna disminución de costos en lo que hace a la operativa aérea, tanto de los actuales concesionarios como de los propios recursos estatales. Estimo que en este mes podremos tener una propuesta de reducción de costos, a ver si podemos motivar que alguna otra empresa se pueda interesar.