Cómo ven a la Argentina algunos de los principales economistas de Uruguay, Chile y Perú

Inflación, gasto público y emisión monetaria, dentro de las principales observaciones de los expertos consultados por Bloomberg Línea

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Buenos Aires — Con una inflación y brecha cambiaria en niveles históricos, la Argentina atraviesa por una fuerte crisis, que es seguida de cerca por algunos de los principales economistas de los países vecinos, quienes perciben con preocupación el rumbo económico y ponen bajo la lupa variables como el gasto público y la emisión monetaria.

Según el último reporte oficial, el Índice de Precios al Consumidor marcó un pico de 7,4% y una variación acumulada de 46,2% en lo que va de 2022, mientras que para agosto y septiembre las consultoras estiman un piso elevado ante el arrastre y los aumentos programados para ese período. Mientras tanto, el equipo económico anunció una serie de medidas para achicar el déficit, cumplir con las metas del Fondo Monetario Internacional (FMI) y recomponer las reservas del Banco Central.

La caída del peso y un ajuste inevitable

Desde Perú se debate lo barata que se tornó Argentina ante la depreciación del peso. Marco Ortiz Sosa, economista y profesor del Departamento Académico de Economía de la Universidad del Pacífico, aseguró que “el trasfondo es la pérdida de la capacidad adquisitiva de los argentinos y la crisis económica que parece una constante”.

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“En el público, en general, se discute lo barato que es hoy en día viajar a Argentina. Se comenta sobre videos de influencers, viajando y diciendo ‘todo lo que se puede comprar con US$100’”, manifestó Ortiz Sosa.

En ese sentido, aseguró que “desde la prensa especializada y la academia se ve con preocupación la nueva crisis que se avecina”. “Sabemos cómo terminan estas historias de excesos en el gasto público, emisión de dinero sin respaldo y controles de precios que causan distorsiones”, puntualizó en diálogo con Bloomberg Línea.

Por ello, el ex jefe del Departamento de Modelos Macroeconómicos en el Banco Central de Reserva del Perú, analizó que “tarde o temprano Argentina tendrá que vivir un ajuste muy duro” porque es “la única salida para su economía”.

Inestabilidad y “enormes espacios para mejorar”

Desde Chile, Hermann González aseguró que, “en general, se ve como una economía con muchas riquezas, talento y gran potencial desaprovechado”. “Vemos a Argentina como un país de grandes oportunidades, pero muy inestable, con un manejo económico que tiene enormes espacios para mejorar”, sostuvo el magíster en Economía con mención en Macroeconomía Aplicada de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

De acuerdo con su punto de vista, “en el caso de que se hicieran las reformas requeridas, podría ser un país líder de la región”. “La experiencia de Chile y de otros país en la autonomía del Banco Central y el manejo responsable de las finanzas públicas podría mejorar la estabilidad del país y, junto con otras reformas estructurales, permitir que la economía avance hacia el desarrollo y sobre todo, pueda reducir la inflación y la pobreza, que son desde mi punto de vista dos males que afectan al país y especialmente a los más necesitados”, evaluó.

En declaraciones a este medio, insistió: “Sería, entonces, un deber moral avanzar en aquellas reformas económicas que le den al país mayor previsibilidad, estabilidad y opciones de desarrollo”.

Los uruguayos gastan en Argentina

Argentina es un país importante para Uruguay, pero la dependencia de la economía uruguaya ha bajado sustancialmente”, indicó el economista Pablo Rosselli.

“Hoy, para la actividad turística, el 65% de los visitantes son argentinos. La realidad es que la actividad turística está en niveles muy inferiores pre-covid. Son bajos. Probablemente, van a continuar así por los desequilibrios de precios relativos”, opinó.

Hay diferencias de precios muy significativas en las fronteras. Los uruguayos que viajan a Argentina, lo hacen más por turismo que por compras”, estimó.

Según advirtió los “desequilibrios de precios relativos tienen impacto muy negativo en la economía de ciudades fronterizas”. “En 2022, estamos viendo un aumento muy fuerte de los gastos de uruguayos en Argentina”, remarcó en diálogo con Bloomberg Línea.

“Cuando uno toma una perspectiva de mediano plazo, se constata que Argentina lleva una década de estancamiento económico, con ciclos cortos de expansión y recuperación. El estancamiento viene de la mano de la inflación creciente que, de algún modo, va reflejando que los rangos en los que oscila son cada vez más altos, cercanos a los tres dígitos”, apuntó.

El también socio de EXANTE, se refirió al “proceso de estanflación” en la Argentina, que “obedece a un gasto público excesivamente” elavado: “Se han ido acumulando una enorme cantidad de distorsiones macro y microeconómicas”, analizó.

Además, aseguró que, según lo compartido cono colegas argentinos”, hay coincidencia respecto de que “la Argentina va a tener un tiempo para salir de esa situación”.

Las relaciones bilaterales

“Uruguay es un país pequeño. Brasil y Argentina han tenido un mal desempeño en los últimos años y eso es algo malo para Uruguay. Sería malo que Argentina no lograra salir de la estanflación, en un contexto latinoamericano muy incierto. Uruguay se está destacando como un país más estable y ese es un factor para atraer inversiones”, expresó Rosselli.

Además, apuntó a las “tensiones” entre los Gobiernos. “Uruguay está tratando de llevar adelante una apertura de la economía, con una mejor inserción en la economía mundial”, resaltó.

“Entra en tensión con la visión que tiene el Gobierno argentino ante la no inserción internacional. Es un modelo que no apela al crecimiento exportador. Eso va a generar tensiones, en tanto los dos países tienen que aprender a vivir con esas tensiones. Para Uruguay, no es una opción renunciar a un camino de apertura y no puede pretender cambiar la agenda argentina”, opinó.

Son relaciones en las que se van a dar tensiones que los Gobiernos deben manejar responsablemente”, afirmó Rosselli.

Desde Perú, Marco Ortiz Sosa calculó: “No veo que afecte significativamente (a la relación bilateral)”. “Las relaciones comerciales no superan el 5% del comercio respectivo de cada país. En temas migratorios, desde el año 2015 los flujos han ido cayendo, reflejando las condiciones económicas relativas, aunque pueden haber más turistas aprovechando el tipo de cambio”, argumentó.