Buenos Aires — La Argentina se encamina a transitar la última etapa del 2022 con un elevado nivel de incertidumbre respecto del rumbo económico en general, una inflación que sigue acelerándose y tensiones en el ámbito político, agravadas tras el atentado sufrido recientemente por la vicepresidenta Cristina Kirchner.
En ese escenario, el mercado local se encuentra a la espera de señales precisas desde el nuevo equipo a cargo del Palacio de Hacienda, que hasta ahora tomó “medidas puntuales que no alcanzan a despejar” las dudas “de la larga transición hasta el traspaso presidencial de diciembre de 2023″, según analizó IERAL de Fundación Mediterránea.
La inflación es una de las principales urgencias por atender en el Ministerio de Economía. En julio, el Índice de Precios al Consumidor marcó un pico de 7,4% y una variación acumulada de 46,2%, mientras que para agosto y septiembre las consultoras estiman un piso elevado ante el arrastre y los aumentos programados para ese período.
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Los cálculos para el mes pasado se ubican en torno al 6%, mientras que para el resto del año se espera un piso de por lo menos 5%.
¿De cuánto fue la inflación en agosto?
Según la consultora LCG, por ejemplo, en la quinta semana de agosto la suba de precios de los alimentos promedió 1,82%, con lo que se aceleró 0,14 puntos respecto de la semana anterior. Así, “el índice de alimentos y bebidas presentó una inflación mensual del 6,3% tanto en la medición promedio como punta a punta en las últimas cuatro semanas”.
Ecolatina, por su parte, indicó que su proyección arrojó una suba de 6,7% mensual en agosto, desacelerándose 0,8 puntos respecto al registro de julio. “No obstante, la comparación interanual se aceleró y alcanzó 75,9%, representando la cifra más alta desde enero de 1992 (76,0%)”, calculó.
La suba de precios en septiembre
“Para septiembre, sumado al elevado arrastre que dejó la aceleración de la segunda parte de agosto y a un sostenido crawling peg, impactarán puntualmente los aumentos en electricidad y gas, el aumento en la tarifa de subte y de taxis y los aumentos a empleadas domésticas y en los colegios de la provincia de Buenos Aires”, advirtió.
De ese modo, puntualizó que el índice de septiembre “se ubicaría cerca del 6%”. “De esta manera, los precios acumularían 65% en los primeros tres trimestres del año”, alertó.
Para el resto del año la perspectiva no es alentadora: “La reapertura de paritarias, un deslizamiento cambiario consolidado en niveles superiores a los meses pasados y los efectos de primera y segunda ronda que tienen los ajustes en tarifas y combustibles se combinarán para mantener a la inflación por encima del 5% mensual”.
En tanto, desde Focus Market advirtieron que “Argentina ha subestimado los efectos de la emisión monetaria para financiar su déficit fiscal, concentrándose en la argumentación de que los alimentos subieron por el efecto de la guerra Rusia y Ucrania”. “Sin embargo, en América Latina, la inflación promedio en alimentos es del 1,2%, mientras que en Argentina es del 5,5%. Es decir, cinco veces más”, analizó Damián Di Pace, director de la consultora.
“Los alimentos de la canasta básica están subiendo más que el promedio de la categoría ‘alimentos en general’. Su incremento interanual es del 87%, con ingreso por parte de los argentinos con salarios no registrados e informales en el orden del 60%”, comparó.
Mientras estimó que puede haber un incremento en los niveles de indigencia, insistió en la caída del poder adquisitivo: “El ingreso de los argentinos no alcanza para cubrir lo básico en materia de alimentación”.
Las dudas del mercado
Desde el sector privado aseguran que el ataque sufrido días atrás por Cristina Kirchner aumenta la incertidumbre política, de cara a las elecciones del año próximo. Analistas aclararon que, si bien es pronto para poder saber si el atentado representará un punto de quiebre para la popularidad del Gobierno, y si será suficiente para compensar los malos resultados en el ámbito económico.
Por ese motivo, destacan que no se debe rechazar que algunos inversores comiencen a tener dudas respecto del escenario político para 2023.
¿Qué pasará con el dólar blue?
El analista económico Salvador Di Stefano, manifestó que, si se compara “el nivel actual de las reservas brutas con los pasivos monetarios del Banco Central”, se llega “a un dólar de equilibrio de $310″.
“Este valor de referencia nos indica el precio al que, tarde o temprano, los dólares alternativos podrían tender”, pronosticó y sostuvo que “después del rally alcista que transitaron estos dólares durante julio, los cuales llegaron a cotizar entre $315 y $326, parecen haber encontrado la calma durante agosto”.
Así, señaló: “Creemos que, más temprano que tarde, podrían volver a cruzar la barrera de los $300″.
