China acusó a una agencia de los Estados Unidos de llevar a cabo espionaje cibernético en una universidad financiada por el gobierno con programas de investigación aeronáutica y espacial, en el último esfuerzo de Pekín para responder a las quejas de Washington sobre piratería informática.
Pekín y Washington se han involucrado en una guerra de acusaciones sobre el espionaje cibernético, y China se ha tornado más directa al nombrar a las agencias gubernamentales de EE.UU. en sus acusaciones. EE.UU. ha tratado de establecer una distinción entre las operaciones que realiza con fines de seguridad nacional y el espionaje industrial que ha acusado a China de realizar contra las empresas estadounidenses.
La Oficina de Operaciones de Acceso Personalizado de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) llevó a cabo los ataques contra la Universidad Politécnica del Noroeste en Xi’an, dijo en un comunicado el Centro Nacional de Respuesta a Emergencias de Virus Informáticos de China. Un equipo del centro y 360 Security Technology Inc. analizaron los sistemas de información de la universidad después de que se reportara un ataque desde el extranjero en junio, agregó el centro.
La NSA llevó a cabo más de 10.000 ataques cibernéticos “viciosos” contra objetivos chinos en los últimos años, recopilando más de 140 gigabytes de datos de “gran valor”, dijo.
La NSA y el Departamento de Estado de EE.UU. se negaron a comentar sobre las acusaciones.
En julio, el director de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), Christopher Wray, advirtió a las empresas occidentales que China tiene como objetivo “saquear” su propiedad intelectual para que eventualmente pueda dominar industrias clave. Ambos países convinieron previamente no tolerar el robo cibernético de propiedad intelectual o secretos comerciales durante la visita de estado del presidente chino, Xi Jinping, a Washington en 2015.
Samantha Hoffman, analista sénior del Instituto Australiano de Política Estratégica, dijo que ha habido un aumento en las acusaciones específicas chinas de ataques cibernéticos estadounidenses y que Estados Unidos debería responder con detalles específicos de los actores chinos involucrados en el espionaje.
“Estados Unidos y sus aliados deben concentrarse en explicar por qué la actividad de China en este espacio es anormal, más allá de lo que hacen la mayoría de las agencias de inteligencia”, dijo. “Por supuesto, es probable que China continúe respondiendo con acusaciones similares, que pueden o no ser fácticas”.
En el pasado, China ha respondido típicamente a tales críticas presentándose como víctima de piratería informática, calificando a EE.UU. de “imperio de piratas informáticos” y señalando las revelaciones del ex contratista de la NSA Edward Snowden sobre el espionaje estadounidense de hace casi una década. Entre ellas, las afirmaciones de que la NSA había hackeado los ordenadores de la Universidad de Tsinghua, uno de los principales centros de investigación de China.
Más recientemente, Pekín cambió su estrategia al acusar directamente a los EE.UU. de ataques cibernéticos y nombrar objetivos. En febrero, la firma china de ciberseguridad Pangu Lab dijo que descubrió actividad de piratería patrocinada por Estados Unidos en China: malware en los sistemas de TI domésticos que, según afirma, fue creado por el grupo de piratería Equation, que “generalmente se cree” que está vinculado a la NSA.
--Con asistencia de Jing Li.
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