El empeoramiento de la crisis energética pesará sobre el euro y pondrá a prueba al BCE sobre los tipos de interés

Los principales países europeos anunciaron medidas para hacer frente a la crisis del coste de la vida y a la espiral de los precios de la energía

La crisis energética se ha ido agravando desde que la invasión rusa de Ucrania hizo subir bruscamente los precios de las materias primas.
Por Abhinav Ramnarayan
04 de septiembre, 2022 | 03:31 PM

Bloomberg — La intensificación de la crisis energética en Europa puede deprimir aún más el euro después de que Rusia cerrara las principales tomas de gas, lo que indica que se avecina un invierno frío y difícil para las empresas y los hogares.

Los principales países europeos, encabezados por Alemania, anunciaron durante el fin de semana medidas para hacer frente a la crisis del coste de la vida y a la espiral de los precios de la energía, después de que el productor estatal ruso de gas, Gazprom PJSC, dijera el viernes que interrumpiría indefinidamente el suministro a través de un gasoducto clave para Europa Occidental.

La moneda común abrió ligeramente a la baja en las primeras operaciones de Sídney en el inicio de la nueva semana, cediendo un 0,1% frente al dólar, hasta los 0,9946 dólares. Los mercados se centran ahora en el mínimo de 0,9901 dólares alcanzado en agosto. Una ruptura por debajo de ese nivel situaría al par en su punto más débil desde diciembre de 2002.

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“Las perspectivas son malas para Europa: empezó a agitarse a finales de la semana pasada y es casi seguro que va a empeorar”, dijo Gordon Shannon, gestor de carteras de TwentyFour Asset Management LLP.

La crisis energética se ha ido agravando desde que la invasión rusa de Ucrania hizo subir bruscamente los precios de las materias primas y dañó las relaciones entre el Kremlin y Europa. Este fue un factor importante que llevó al euro a la paridad con el dólar estadounidense el mes pasado por primera vez desde 2002.

Las nuevas tensiones en el suministro de energía de cara al invierno amenazan con suponer un nuevo lastre para la economía regional en un momento en el que la subida de los precios al consumo está presionando al Banco Central Europeo (BCE) para que endurezca su política monetaria.

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“El BCE acababa de empezar a ponerse a la altura de la Fed en cuanto a subir los tipos, pero si vamos a entrar en una recesión prolongada, creo que esto frena sus intentos”, dijo Shannon.

El reto de Lagarde

Cada vez hay más expectativas de que el BCE suba los tipos en 75 puntos básicos tan pronto como el jueves. La decisión sigue siendo un reto, ya que la jefa Christine Lagarde y sus colegas gestionan el doble problema de la alta inflación y la inminente recesión.

En una señal de la gravedad del problema, Alemania desveló el domingo un plan de ayuda por valor de unos 65.000 millones de euros (65.000 millones de dólares), mientras que Finlandia dijo que estabilizaría el mercado eléctrico con un programa de 10.000 millones de dólares.

Suecia anunció el sábado un respaldo de emergencia de 23.000 millones de dólares para sus servicios públicos, en un intento de evitar una crisis financiera más amplia.

Por su parte, los analistas de Goldman Sachs, dirigidos por Kamakshya Trivedi, modificaron a la baja sus previsiones para el euro en los próximos tres meses, hasta 97 céntimos, frente a los 99 céntimos anteriores, según indicaron en una nota el viernes, antes de que se anunciaran los distintos paquetes de ayuda. También creen que el euro se mantendrá por debajo de la paridad con el dólar durante un periodo de seis meses. Anteriormente preveían una recuperación hasta 1,02 dólares por euro.

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