Bloomberg — En 2021, los nuevos casamientos en China cayeron al nivel más bajo registrado, en una señal de los cambios en las estructuras poblacionales debido al envejecimiento de la población y al aplazamiento de las decisiones de empezar a formar familias.
En concreto, se registraron unos 7,6 millones de casamientos el año pasado, según los datos del Ministerio de Asuntos Civiles. Se trata del número más bajo desde 1985 cuando la Oficina Nacional de Estadísticas comenzó con los registros. La tasa bruta de casamientos, o el número de casamientos por cada 1.000 personas, cayó a 5,4, un nuevo mínimo y que reduce casi a la mitad la tasa de hace 10 años.
Un asesor del banco central alertó en marzo sobre la posibilidad de que la población alcance su punto máximo en 2022. Según las previsiones de la ONU, la población en edad laboral, de casi 1.000 millones de personas, que ha sido esencial para el crecimiento económico del país en las últimas cuatro décadas, disminuirá con rapidez a partir de la década de 2030 y se contraerá en casi dos tercios a finales de siglo.
El descenso de los casamientos, sumado a la caída de la tasa de nacimientos, puede atribuirse a una disminución de la población joven. Esto se debe, entre otros factores, a la política china de un solo hijo, que se aplicó desde la década de 1980 hasta 2016. De acuerdo con las cifras del censo, el número de residentes de entre 20 y 50 años se redujo a 597 millones en 2020 en comparación con los 674 millones de hace diez años.
Muchas personas también están retrasando sus planes de unirse en matrimonio y tener hijos, en línea con las tendencias en otras partes del mundo, a medida que aumenta el costo de criar a un hijo y la pandemia presenta incertidumbre continua, entre otras razones.
La edad promedio de las mujeres que se casan por primera vez en la provincia de Jiangsu, por ejemplo, saltó a casi 30 años en 2020, frente a 23,8 en 2010.
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