Buenos Aires — Tras el atentado a Cristina Fernández de Kirchner, en el cual un hombre le apuntó una pistola Bersa 380 contra la cabeza, el presidente Alberto Fernández declaró este viernes feriado nacional para que “en paz el pueblo pueda manifestarse en solidaridad con nuestra vicepresidenta”.
Además, adelantó que se comunicó con la jueza a cargo de la causa, María Eugenia Capuchetti, para poder resolver con celeridad el caso.
“Estamos obligados a recuperar la convivencia democrática que se ha quebrado por los discursos del odio y esparcido por espacios políticos y judiciales y mediáticos de Argentina”, afirmó el Preisdente, quien a su vez aseguró que “una sociedad democrática los discursos que promueven el odio no pueden tener lugar porque engendran violencia”.
“Es un hecho de una enorme gravedad, el más grave desde que recuperamos la democracia”, comenzó Fernández en la cadena nacional. Y aseveró: “Cristina permanece con vida por que por una razón aún no confirmada técnicamente porque el arma que contaba con cinco balas no se disparó pese a haber sido gatillada”.
El hecho
El intento de magnicidio ocurrió cerca de las 22:00hs de Argentina en el barrio porteño de Recoleta, mientras la ex presidenta de la Nación ingresaba a su domicilio.
El individuo detenido por el atentado fue identificado como Fernando Andres Sabag Montiel, un brasileño de 35 años, según informó La Nación, citando a fuentes del Gobierno.
De acuerdo a los testimonios recogidos por ese medio, el sospechoso gatilló, pero no salió ningún disparo. El sospechoso contaba con un antecedente por portación de armas no convencionales, correspondiente a marzo de 2021.
El equipo de prensa del Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad de Buenos Aires confirmó a Sabag Montiel como sospechoso, y que se le labró un acta el año pasado por infracción al Artículo 90 del Código Contravencional, tras haber sido detenido circulando en un vehículo sin patente. En aquel incidente se le encontró un cuchillo de 35 centímetros de largo.
Una multitud de militantes kirchneristas rodeaba a la vicepresidenta en el lugar, en una vigilia de apoyo que se venía produciendo todas las noches desde que el fiscal Diego Luciani pidió 12 años de prisión para Fernández de Kirchner en la causa “Vialidad”, el 22 de agosto.