La propuesta de las empresas textiles a Petro para frenar la competencia desleal

Empresas textiles lanzaron una propuesta a Petro para devolverle la competitividad a un sector que se ha debilitado por la competencia desleal

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Bogotá — La Cámara Colombiana de la Confección y Afines hizo una propuesta al Gobierno del presidente Gustavo Petro para aumentar la tributación, reducir la informalidad en el sector y sobre todo luchar contra la competencia desleal en medio de todos los desafíos que enfrenta esta industria.

Camilo Rodríguez, presidente de la Cámara de la Confección, solicitó al Gobierno de Gustavo Petro adoptar un IVA diferencial en la nueva reforma tributaria tanto la ropa como los textiles en general. Esto, según dice, le quitaría “un incentivo al contrabandista al restarle un importante porcentaje de rentabilidad a su accionar delictivo que sería de aproximadamente un 14%”.

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Por lo anterior, cree que el IVA diferencial puede disminuir el contrabando y la evasión de impuestos “que hoy tienen en jaque al mercado de las confecciones”, según la agremiación.

Particularmente, se tiene que en el caso del contrabando este es uno de los mayores retos que hay en la actualidad para la industria ante el blanqueo de capitales que se da por esta vía, lo que “especialmente se nutre del ahorro, o no pago, de tributos a nivel nacional”.

“Adicionalmente hay que diferenciar que la tasa de cambio para el dólar negro de los contrabandistas está alrededor de los 3.000 pesos por cada dólar”, según Rodríguez.

Con este medida, dice Camilo Rodríguez, “no habría un mayor costo fiscal sino, por el contrario, se generaría un aumento en la tributación efectiva por la alta tasa de evasión actual que es aproximadamente del 70% del producto hecho en Colombia, y el 75% del producto extranjero”.

La agremiación destaca que un 5% de reducción por IVA diferencial representaría la inclusión masiva de la mano de obra formal con todas las prestaciones sociales.

“Sin duda alguna habría un aumento automático de la demanda interna con los concebidos efectos en la economía y sobre todo con la mano de obra al generar muchísimo más empleo en el país”, dijo Camilo Rodríguez.

En la actualidad, del total de la cuota de mercado en Colombia, un 40 % corresponde a productos importados y cerca del 28 % al mercado nacional.

El líder gremial opina que esta medida contribuiría a potencializar al sector en medio de los altos niveles de informalidad, que actualmente están en cerca del 70%.

La Cámara de la Confección señaló que esta no sería la primera vez que en el país que se aplica una medida como esta, dado que en el pasado la tuvieron los licores, los vinos y los aperitivos, “cuyo objetivo inicial era que en su momento se legalizara la importación de estas bebidas que mayoritariamente ingresaban al país por contrabando, y que, a partir de esa reducción fiscal se logró la legalización y el acopio fiscal de este mercado”.

“Las pymes del sector de las confecciones para competir no pueden asumir el impuesto actual del 19% y por tanto están tácitamente obligadas a mantenerse al margen de la tributación y de la formalidad”, apuntó.

Según el Registro Único Empresarial y Social (Rues), Colombia tiene 35.111 empresas de confecciones, 215 de hilados y 7.294 de textiles. La gran mayoría son micro, pequeños y medianos negocios que son el motor que impulsa este sector industrial (componen el 99,7 %), el principal empleador de mujeres dentro del sector manufacturero.