Bloomberg — Los ministros de finanzas del Grupo de los Siete mantendrán conversaciones esta semana para permitir las compras globales de petróleo ruso a un precio limitado, una táctica que Estados Unidos espera que alivie las presiones del mercado energético y reduzca los ingresos generales de Rusia por el crudo.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, y sus homólogos debatirán la medida en una sesión que tendrá lugar el viernes, según informaron funcionarios estadounidenses. El plan permitiría a los compradores de petróleo ruso con un precio limitado seguir obteniendo servicios cruciales, como la financiación y los seguros para los petroleros.
La Unión Europea, el Reino Unido y Suiza tienen previsto prohibir a sus empresas la prestación de esos servicios para los envíos de petróleo ruso a partir de diciembre.
“Creemos que ésta es la forma más eficaz de golpear con fuerza los ingresos de Putin, y que ello no sólo provocará una caída de los ingresos petroleros de Putin, sino también de los precios mundiales de la energía”, declaró el miércoles la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
“Tendremos más información el viernes sobre cómo va a funcionar esto, y no somos sólo nosotros, también es una asociación con nuestros aliados, el G-7. Así que creemos que va a ser una forma de golpear realmente a Rusia financieramente”.
No está claro cuál sería el límite de precios ni qué países se unirían al esfuerzo.
EE.UU. y sus aliados han debatido sobre la mejor manera de sancionar a Rusia después de que su invasión de Ucrania sacudiera los mercados energéticos mundiales y disparara los precios del crudo. El G-7 -que también incluye a Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Japón y Canadá- se comprometió a principios de este año a frenar la dependencia de la energía rusa, incluso “eliminando o prohibiendo la importación de petróleo ruso”.
Los funcionarios estadounidenses han argumentado que permitir las compras globales en o por debajo de un límite de precio llevaría a otros compradores a buscar el mismo descuento y, en última instancia, aliviaría la escasez en el mercado, reduciría los precios de referencia globales y obligaría a Rusia a aceptar un descuento adicional para sus exportaciones, lo que reduciría los ingresos generales de Rusia al final.
Los líderes del G-7 se comprometieron a principios de junio a examinar el plan de limitación de precios, pero, fuera del Reino Unido, no han ofrecido mucho apoyo.
“Creemos que no sólo es una idea que vale la pena explorar, sino que también vale la pena ponerla en práctica, y estamos deseando escuchar lo que digan los ministros de Economía al final de la semana”, declaró el miércoles John Kirby, portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos.
El Reino Unido dijo el miércoles que apoya el plan, y el ministro de Hacienda, Nadhim Zahawi, afirmó que será “más eficaz si lo apoya la coalición más amplia posible”. El subsecretario del Tesoro de EE.UU., Wally Adeyemo, también viajó a la India la semana pasada para discutir la idea de un límite de precios.
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