China cometió “graves abusos” de derechos humanos en Sinkiang: informe ONU

El reporte destaca abusos en contra de los uigures, un grupo étnico mayoritariamente musulmán, y otros más

Bloomberg — La principal funcionaria de derechos humanos de las Naciones Unidas dijo que China cometió “graves abusos de los derechos humanos” de musulmanes étnicos en la región de Sinkiang en sus llamadas campañas para erradicar el terrorismo y el extremismo, según un informe que Pekín ha rechazado.

En las últimas horas de su gestión, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU (Acnudh), Michelle Bachelet, presentó el reporte que destaca “patrones entrelazados de restricciones severas e indebidas en una amplia gama de derechos humanos” en contra de los uigures, un grupo étnico mayoritariamente musulmán, y otros más.

Testimonios de personas entrevistadas fueron citados en el informe alegando “patrones de tortura u otras formas de trato o castigo cruel, inhumano o degradante”. El documento dice que lugares sagrados como el Santuario Imam Asim en el sur de Sinkiang, una región ubicada en el noroeste del país, fueron demolidos.

Manchas y Calumnias

Por su parte, China dijo en su respuesta, incluida con la publicación del informe, que la evaluación ignora los logros en materia de derechos humanos del gobierno chino, que va en contra del mandato de la oficina de Bachelet y que “difama y calumnia sin sentido a China”.

“El gobierno chino, siguiendo un enfoque centrado en las personas, defiende que vivir una vida feliz es el principal derecho humano y se ha embarcado en un camino de desarrollo de derechos humanos que se ajusta a la tendencia de los tiempos”, dijo el gobierno.

Bachelet, expresidenta de Chile, se convirtió en la primera jefa de derechos humanos de la ONU en visitar China desde 2005, en un viaje que los grupos de derechos humanos criticaron porque dijeron que no podría hacer una evaluación independiente del historial de derechos del gobierno en Sinkiang. Más tarde reconoció que se había enfrentado a “limitaciones” y que no había podido reunirse con los uigures detenidos.

Su informe llega menos de un mes después de que un experto en esclavitud de la ONU consideró que las denuncias de trabajo forzado en Sinkiang eran “razonables”.

Rechazo chino

Con frecuencia, China rechaza todas esas acusaciones, descartándolas como esfuerzos para difamar al país y retrasar su crecimiento económico. El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, dijo a periodistas en una conferencia de prensa el miércoles antes de que saliera el informe que China “rechaza” su publicación”.

En una entrevista con la emisora alemana DW News a principios de esta semana, Bachelet desestimó las críticas por retrasar el tan esperado informe y dijo que eran “injustas”. “Quiero resultados”, dijo. “Porque solo hablar y no tener cambio, para mí no es suficiente”.

La evaluación de Bachelet es consistente con los hallazgos de varios gobiernos occidentales. En uno de sus actos finales en el cargo, la administración del expresidente Donald Trump calificó de genocidio la represión de China contra los uigures y otras minorías en la región de Sinkiang. Luego, el gobierno del presidente Joe Biden confirmó ese hallazgo.

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