Buenos Aires — Este jueves se formalizó un anuncio del que se habló durante toda esta semana, tras una reunión entre autoridades del Gobierno argentino y el de Malasia: la construcción de una planta de licuefacción en el país en asociación entre YPF (YPF) y Petronas para exportar GNL al mundo. El proyecto prevé una inversión inicial de US$10.000 millones que podría extenderse a US$40.000 millones en 10 años, según anticipó esta mañana el presidente de YPF, Pablo González.
En el marco del ciclo de debate Democracia y Desarrollo organizado por Clarín, llevado a cabo este jueves a la mañana, González adelantó que lo que se va a anunciar esta tarde en el CCK es “la posibilidad de convertir a la Argentina en un actor del mercado global de gas, como neto exportador de gas”.
El presidente de YPF agregó que el acuerdo en asociación con Petronas, “una de las empresas más importantes del mundo”, consistirá en la construcción de una planta de licuefacción “en la que se prevé una inversión inicial de US$10.000 millones de dólares, que podría llegar a US$40.000 en diez años”.
Aún no se ha decidido si la planta se construirá en la ciudad bonaerense de Bahía Blanca o en la provincia de Río Negro. El ejecutivo de YPF detalló que los US$10.000 millones de inversión inicial determinarán “la etapa de aumento de producción de gas, un gasoducto de 600 kilómetros y un puerto”. Además agregó que “YPF tiene 50% con Petronas y es un proyecto que está abierto a otros inversores”.
González dio más detalles de la inversión al afirmar que “la ingeniería de desarrollo tiene un plazo de dos años, después son cuatro más, va a haber dos barcos regasificadores una vez que esté terminado el gasoducto y en seis años ya se va a empezar a exportar a través del puerto, de la planta que se va a construir durante toda esa etapa”.
La importancia de exportar GNL
Pese a contar con la segunda reserva de shale gas del mundo, Argentina no tiene actualmente la infraestructura para abastecer la demanda interna de gas y tiene limitadas sus capacidades exportadoras. Esta situación, sumado a la alza en los precios energéticos como resultado de la invasión rusa en Ucrania, generaron un stress en las reservas netas del Banco Central, por el costo de la importación de gas.
Un documento de los centros de estudios Fundar e IDEA publicado esta semana, remarca que el desarrollo de la tecnología de gas natural licuado (GNL) “posibilitó el almacenamiento y transporte a mercados alejados: el 77% del crecimiento del intercambio global de gas natural hasta 2040 se llevará a cabo vía GNL y se espera que domine los intercambios internacionales para el 2030″.
En ese sentido, el informe destaca que es “una oportunidad única para que el alto nivel de recursos gasíferos de Argentina se destine al abastecimiento de la demanda mundial, pero hay que actuar ahora, antes de que la demanda de combustibles fósiles disminuya de manera significativa a causa de la transición energética”.
Según Fundar e IDEA, “para aprovechar esta ventana de oportunidad se necesita un nivel de inversiones nunca antes visto en la Argentina”. Y detalla que “solo para la planta de licuefacción y en las instalaciones asociadas se requieren alrededor de US$15.000 millones, sin considerar las inversiones requeridas en el desarrollo del upstream y midstream”. Sobre esas inversiones, remarca que “el sector privado local, incluyendo a YPF, asociándose con compañías internacionales, está en condiciones de conseguir el financiamiento y de construir y operar el proyecto”.