Bloomberg Línea — El sector financiero se ha mantenido fuerte tras los principales embates de la crisis económica que generó la pandemia del Covid-19, aunque los clientes han cambiado los plazos de financiación.
Un nuevo estudio presentado por la calificadora de riesgo Fitch Rating sobre la banca en Costa Rica, señala que el segundo semestre de 2022 seguirá siendo estable para los bancos del país, pues se mantuvo el crecimiento interanual del crédito y de los depósitos hasta junio de este año, un 11,2% y un 10,2%, respectivamente.
“Los resultados del primer semestre de 2022 reflejan una mejor rentabilidad que los niveles anteriores a la pandemia, apoyada por un mayor margen de interés neto (NIM), el control de los costes y la disminución de los cargos por deterioro de los préstamos (LIC)”, dice el texto.
Para la calificadora, la calidad de los activos del sistema financiero costarricense se mantuvo “relativamente estable”, con un índice de morosidad del 2,5% en junio de 2022, pese a la finalización de las medidas de reducción del crédito que se dieron en 2021 por cuenta de la pandemia.
Aún con esos resultados, el 58,5% de los préstamos brutos de los bancos del país “tenía al menos un acuerdo de pago a plazos en esa fecha”, es decir, hasta junio de este año, según el reporte de la calificadora. “La cobertura de las reservas de los PDL sigue siendo amplia (165%). Las reservas de capital también siguen siendo adecuadas para respaldar el crecimiento de los préstamos”, destacó la calificadora.
Los desafíos persisten
La recuperación económica que muestran los países después de la pandemia podría verse afectada por cuenta de factores externos, en especial por las proyecciones de desaceleración económica y posible recesión que se daría en las principales economías del mundo.
Además, en el caso específico de Costa Rica y su banca local, el informe señala que las presiones de la inflación y las subidas de las tasas de interés también podrían marcar los principales desafíos para la recuperación económica. Hasta junio, la inflación interanual fue de 10,1% y la tasa de interés, hasta agosto, se ubicó en 7,50%. Estos factores podrían “limitar una sólida recuperación del crédito privado en 2022″, dice el texto.
Además, se detalla que el desempleo seguirá siendo un reto para la expansión de los negocios de la banca local, pues aunque este se está recuperando aún no está en los niveles óptimos y su disminución no es tan elevada. La tasa de desempleo alcanzó el 11,7% en el segundo trimestre de este año.
“Los tipos de interés nacionales de los préstamos y depósitos han tendido al alza en el primer semestre de 2022. A pesar de este aumento, y de las mejoras en la posición fiscal, las presiones inflacionistas aún persisten, lo que puede requerir que los responsables políticos sigan aumentando los tipos”, añadió Fitch Ratings en el reporte.