Montevideo — La serie Conquest, producida por Keanu Reeves para Netflix, Iosi el espía arrepentido, de Amazon Prime y con el protagonismo de Natalia Oreiro, Amsterdam estrenada este año por HBO, o algunas de las escenas de La Sociedad de la Nieve, que también Netflix prepara por el 50 aniversario de la tragedia de Los Andes, son solo algunos de los ejemplos.
A partir de incentivos impositivos y de distancias relativamente cortas para acceder a una amplitud de locaciones, el gobierno y la industria audiovisual buscan avanzar en posicionar a Uruguay como un polo de filmación para producciones de Netflix, Amazon, Disney y HBO, entre otras.
El elemento central lo juega el denominado cash rebate, que consiste en la devolución de hasta un 25% del gasto realizado en territorio, en un porcentaje que varía en función del tamaño de la producción. También es posible solicitar la exoneración del Impuesto al Valor Agregado (22%) a gastos de producción de proyectos realizados para el exterior y filmados en Uruguay.
Pero además este año el ministro de Industria Omar Paganini viajó a Estados Unidos, donde en junio se reunió con ejecutivos de las principales compañías de la industria del entretenimiento. Allí transmitió el mensaje de que el gobierno continuará con su apoyo al sector, como una forma de dar estabilidad a eventuales planes futuros de inversión.
Aunque, también, recibió algunas inquietudes. Una de ellas fue la necesidad de que Uruguay ofrezca estudios de mayores dimensiones, para poder desarrollar también producciones en espacios cerrados, dijeron a Bloomberg Línea fuentes del gobierno. Hoy en día la mayor parte de las producciones que llegan a Uruguay lo hacen para filmar en exteriores.
Tanto desde el gobierno como en la industria señalan que el sector puede continuar su crecimiento, y además aseguran que tiene un derrame inmediato por gastos en hoteles, catering, traslados y salarios.
Según datos de Musitelli Film & Digital, una empresa referente de la industria, Uruguay tuvo en 2019 unas 24 semanas de filmación de contenido, lo que en 2020 trepó a 40 semanas y en 2021 fue de 142 semanas. En tanto, en lo que va del año 2022, hubo 77 semanas de filmación con datos cerrados a mediados de agosto.
Los incentivos del gobierno uruguayo
La principal herramienta de devolución impositiva está en torno al Programa Uruguay Audiovisual (PUA). El gobierno comprometió por esa vía un monto de hasta US$12 millones en devoluciones para producciones locales y extranjeras, lo que marcó un incremento sobre los US$4 millones destinados al inicio del programa en 2019 y que luego habían crecido a US$7 millones. Esos fondos destinados al cash rebate, a su vez, se reparten entre los solicitantes en función del tamaño de su proyecto.
Para proyectos de entre US$350 mil y US$4 millones, la devolución puede ser de 25% hasta US$700 mil. Para aquellos de entre US$4 millones y US$8 millones está prevista una devolución de 17,6% hasta US$850 mil, y para las de más de US$8 millones una devolución de 10,6% y hasta US$1 millón.
En su viaje de mediados de año, el ministro de Industria uruguayo abordó este punto en reuniones con representantes de Netflix, Amazon, HBO, y Disney. “El ministro fue a dar seguridad de que el cash rebate va a continuar en el tiempo, y también de que estamos potenciando el apoyo institucional para esta industria”, dijo a Bloomberg Línea el director de Telecomunicaciones del Ministerio de Industria, Guzmán Acosta y Lara.
“Estamos abiertos a cualquier tipo de inversión que se quiera hacer para la región. Uruguay tiene zonas francas que son lugares atractivos para inclusive generar áreas de filmación para el mundo”, añadió el funcionario.
Ernesto Musitelli, director de una de las firmas más grandes en aprovisionamiento de equipos para producciones internacionales, consideró que el tamaño del cash rebate que ofrece Uruguay es “competitivo”. “Esto no es una novedad de Uruguay. Los países que quieren atraer producciones extranjeras y potenciar la producción nacional, estos son los mecanismos. El 25% es bueno. Hay países que ofrecen un poco más, pero es un nivel competitivo y es un elemento estratégico. Si no lo tenés es muy fácil poder anticipar que hay negocios que se caen”, explicó el director de Mustelli Film & Digital.
Con base en datos del gobierno a los que accedió Bloomberg Línea, durante 2021 la serie El Presidente, emitida por Amazon Prime y que trata sobre el Fifagate, alcanzó una devolución de US$1 millón. En tanto, Iosi recibió un reembolso de US$325.990 por su primera temporada, y Porno y Helado, también de Amazon y protagonizada por Sofía Morandi y Martín Piroyansky, US$402.080.
Leonardo Sbaraglia y Julieta Díaz también filmaron el año pasado entre Montevideo y Punta del Este Asfixiados para Star+. El año pasado además tuvo lugar la filmación de Togo, la primera película de Netflix hecha en Uruguay.
El volumen de dinero que dejan las producciones en Uruguay es variable, pero suele moverse entre US$2 y US$4 millones. Son gastos ejecutados en Uruguay donde no están incorporados ni los actores ni los salarios del equipo extranjero, así como posproducción, explicaron fuentes del sector audiovisual.
La estructura para desarrollar la industria
La búsqueda del desarrollo de la industria se ubica en una política más amplia del gobierno y de los empresarios de apuntar a ubicar a Uruguay como un hub tecnológico.
“La producción en Uruguay se desarrolló con el desarrollo de los servicios de producción para publicidad pero en estos últimos años indudablemente hay un vuelco del negocio y claramente hay una reconversión de muchas productoras hacia el sector de lo que son contenidos como películas, series, y documentales. Y ahí están las plataformas como Amazon, Netflix, Disney, o HBO. Eso es un poco lo que hoy se está atendiendo”, dijo Musitelli.
A nivel del organigrama del Estado, la Rendición de Cuentas, que está a estudio del Parlamento, promovió la creación de una agencia nacional audiovisual para centralizar en un solo compartimento los distintos programas estatales de fomento de la industria que hasta hoy estaban divididos entre los ministerios de Industria, y el de Educación y Cultura, y también la participación de la agencia de comercio exterior Uruguay XXI.
En aspectos prácticos, uno de los temas destacados por el gobierno es que el territorio cuenta con distancias cortas que permiten pluralidad de escenarios con bajos tiempos de traslado. “Esas son cosas que la industria ha venido manejando bien. Hubo un buen soporte técnico, con proveedores de servicios de cámaras y de iluminación, y se está llegando a tener una madurez importante en el desarrollo de estos proyectos”, completó Acosta y Lara.
Otro de los factores que influye es que las producciones se mueven por motivos de conveniencia. En el hemisferio norte en invierno precisan filmar las campañas publicitarias para el verano, y se mueven a otros países como Sudáfrica, Argentina o Chile. Y Uruguay también busca posicionarse allí.
Acosta y Lara dijo además que desde el gobierno trabaja en una idea incipiente de pensar junto a privados en sellos de trabajo, metodologías y filmación sustentable que preserven el medio ambiente.
En Uruguay, además, esperan que un incremento de la llegada de producciones internacionales dé a largo plazo todavía un mayor impulso al sector audiovisual nacional para que pueda exportar contenidos.
El derrame
Aiguá es una localidad de 2.500 personas, en medio de las sierras entre Maldonado, Rocha y Lavalleja, pero que, durante la filmación de La Teoría de los Vidrios Rotos, tuvo una activación de distintos comercios y vio alterada su cotidianeidad.
Tanto desde el gobierno como desde la industria audiovisual señalaron que además las inversiones en el sector tienen un derrame “inmediato” en otros sectores de la economía como hotelería, equipamiento, catering y otros servicios, tanto en Montevideo como en el interior.
“Es un sector que derrama mucho. Hay un complejo sistema de servicios entorno a cualquier producción audiovisual que va desde ocupar una cama de un hotel, alquilar un servicio de catering, transporte, pagar extras”, dijo a Bloomberg Línea el director de Cultura de la Intendencia de Maldonado, Jorge Céspedes. El gobierno departamental del área que tiene a Punta del Este como su joya desarrolló una ventanilla única para agilizar los expedientes con solicitudes de uso de locaciones, señaló el funcionario.
Desde la Intendencia de Maldonado señalan que la actividad audiovisual también puede generar un nuevo nicho turístico. “Es un efecto colateral. Como correlato de la producción audiovisual hay gente que visualiza determinadas locaciones en una película y después se siente motivada a ir al lugar donde identificó que esa película se hizo”, dijo Céspedes. “De a poco se empieza a segmentar un mercado muy específico”, precisó.
A nivel de la producción nacional, uno de los ejemplos es el Hotel Argentino, en Piriápolis, que fue locación para la película Whisky, un ícono del cine uruguayo que también tuvo llegada en Argentina y Brasil.
Por eso, para la Intendencia de Maldonado la idea es aprovechar “eso que hoy aparece como algo novedoso” y, en caso de desarrollar la industria audiovisual, que también se pueda generar un flujo turístico en determinados lugares.